La carrera de Jorge Molina que cautivó a Diego Martínez
El delantero de 38 años, el único disponible en la plantilla, levantó los aplausos de sus compañeros por un esfuerzo en el minuto 93
Corría el minuto 93 de partido y hacía un buen rato que el Nápoles se lanzaba a tumba abierta en busca de un gol que ... le diese vida para la vuelta en su estadio. Los italianos retrocedían para organizar una nueva ofensiva pero Jorge Molina, 38 años y todo el encuentro en las piernas, corrió como un perro rabioso a por el balón hasta los mismos pies del portero Meret, con todos sus compañeros encerrados en campo propio. El esfuerzo del punta levantó los aplausos de los integrantes del equipo ubicados entre el banquillo y la grada y conmovió a Diego Martínez, que todavía lo tenía en la cabeza cuando compareció en la sala de prensa.
El de Alcoy se quedó la semana pasada como el único delantero centro disponible de la plantilla por un buen tiempo, con una estimación de entre dos y tres meses de baja para Luis Suárez y por determinar aún para Roberto Soldado. Talismán en la Copa del Rey, a gol por partido hasta el partido de cuartos contra el FC Barcelona en el que no jugó, Jorge Molina mantuvo ante el Atlético de Madrid en la última jornada de Liga la titularidad que ya ostentó en la anterior contra el Levante y todo apunta a que la retendrá en Huesca, salvo nuevo experimento de Diego Martínez con Antonio Puertas.
Incombustible a sus 38 años, su última carrera contra el Nápoles demuestra su implicación en un conjunto que no siempre le concede un rol protagonista, tercer delantero en Liga hasta las lesiones de Suárez y Soldado. No obstante, asume su rol y no falla cuando se recurre a él, ya sea de inicio o como revulsivo. En Europa League, de hecho, ya suplió a Soldado con gol en la visita al PSV Eindhoven mientras Luis Suárez se adaptaba a su nuevo equipo. Sin otra alternativa, Jorge Molina deberá multiplicarse en los próximos días. Su labor de 'boya' será importante en Nápoles.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
