Oh capitán, mi capitán
Bajo Control ·
Encontrar un profesional como Diego Martínez resulta harto difícil. Cuidarlo y mantenerlo debe serlo más aún –por lo que se ha visto– en una EspañaJUAN TORRES COLOMERA
Granada
Viernes, 4 de junio 2021, 00:24
Emulando la letra de una canción de Manuel Alejandro, a Diego Martínez y al Granada se les rompió la negociación de tanto usarla. O dilatarla. ... Al final, el curso de los acontecimientos ha resultado tan tedioso, por la tensa espera, como desolador por el desenlace. Sobre todo para una afición, la granadinista, que solo en los años setenta había disfrutado de tanta estabilidad deportiva como la vivida estos tres últimos años.
Encontrar un profesional como Diego Martínez resulta harto difícil. Cuidarlo y mantenerlo debe serlo más aún –por lo que se ha visto– en una España cuyo sistema político y empresarial ignora por completo la meritocracia y se sostiene bajo la eterna cultura de los amiguetes, término popularizado por el personaje cinematográfico de Torrente.
Diego Martínez llegó al club sin conocer a nadie. Lo contrataron después de la negativa de Francisco. Posiblemente porque era la opción más asequible para la institución por la premura de tiempo y sus emolumentos, lo que enaltece su éxito. Una de sus virtudes ha sido mirar siempre hacia abajo. Sabía que el epicentro de su éxito se encontraba en la calidad profesional y humana de su vestuario, y no en los despachos.
Convencer de la manera que lo ha hecho Diego a todo un grupo de futbolistas veteranos y jóvenes solo puede conseguirse desde la verdad, el conocimiento y siendo justo con los méritos de cada jugador. Como es lógico, ya suenan nombres de entrenadores para sustituirlo. Algunos de ellos son antiguos conocidos de los gestores actuales. Justo lo contrario de lo que sucedió cuando fichó Diego Martínez.
En la película 'El club de los poetas muertos', cuando el profesor Keating se marcha, sus alumnos se suben en sus bancos y le dicen: 'Oh capitán, mi capitán'. Estoy seguro de que tan conocida escena se reprodujo la semana pasada en el vestuario del Granada para despedir a Diego Martínez. La duda es si volverá a escenificarse en el futuro.
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