A despegar
La otra mirada ·
Todo lo que no sea un triunfo contra el Betis podría elevar la temperatura crítica en torno al GranadaJUSTO RUIZ
GRANADA
Lunes, 13 de septiembre 2021, 01:33
Este par de semanas sin fútbol doméstico han dejado margen para la reflexión popular, y en ese tiempo concedido por los compromisos de las selecciones, ... el aficionado granadino ha vuelto a descubrir que el amor verdadero sigue siendo su equipo. España, esta vez con Luis Enrique al mando, ha transmitido la inquietud y el hastío habituales, provocando insensibilidad y la sensación de que cualquier rival animoso puede tumbarla con un poco de entusiasmo patrio. Por eso el hincha, cada día más, centraliza su pasión en su club. El Granada regresa hoy a la Liga en su estadio ante un Real Betis que presenta los mismos números que los rojiblancos tras la disputa de las tres primeras jornadas y envía señales de cierta debilidad en este arranque de curso.
El conjunto que dirige Robert Moreno pasará esta noche un examen médico exhaustivo, físico y mental, para calibrar el daño sufrido en Vallecas ante el Rayo. Ya no se sabe bien si el conjunto verdiblanco, que tampoco conoce la victoria, es el mejor o el peor rival para someterse a una exploración tan profunda. Si se sumaran los tres puntos, que situarían al equipo granadino en la mitad de la tabla clasificatoria aunque parezca mentira, la victoria se contemplaría como un trámite de obligado cumplimiento y no serviría, seguramente, para cicatrizar aún la herida abierta por el varapalo y la pobre imagen que ofrecieron los rojiblancos en Vallecas.
Todo lo que no sea un triunfo podría elevar la temperatura crítica. La depresión que causó el fuerte golpe ante el Rayo no se cura con el discurso optimista que lanzó la cúpula granadinista tras la goleada encajada. La postura proteccionista ciertamente emociona, pero detrás de ese escudo se esgrimen argumentos tan peregrinos como que existe talento y ganas de trabajar a destajo para revertir la crisis, palabra eliminada del diccionario por todos los responsables del ateísmo actual de la hinchada. Trabajar, trabaja todo el mundo, y lo de la calidad está por ver. La individual existe; la colectiva no se ha apreciado en ningún momento en lo que va de temporada.
El nuevo vuelo del Granada despega esta noche rumbo a una Liga en la que ha depositado una gran ilusión. El conjunto rojiblanco no va a especular y eso merece el aplauso que la afición está deseando darle de nuevo hoy, agradecida por su sinceridad futbolística en las dos últimas campañas, por no racanear en busca del triunfo. Ahora bien, este deporte admite múltiples interpretaciones sobre el espectáculo al margen del resultado final, y una de las más comunes habla de mostrar un estilo personal aplicando el potencial real antes que los sueños.
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