Ejercicio de ocultismo para ir a La Catedral

El entrenador apurará hasta el último momento en pos del 'once' más competitivo posible porque ni mucho menos da por perdido el partido, aunque es consciente de que el próximo jueves se afronta una nueva cita histórica en la Europa League con la ida de los octavos de final contra el Molde en Los Cármenes. El equipo entrenó ayer desde las siete de la tarde en el estadio del Zaidín y viajará hacia Bilbao esta misma mañana, cuando Diego Martínez desvelará su convocatoria definitiva, que probablemente incluirá a varios futbolistas que no estén aptos ni para actuar de inicio ni para hacerlo demasiados minutos. Sin embargo, la situación apremia. Si el parte médico del miércoles se mantuviese inalterado, no saldrían más que catorce jugadores de la primera plantilla disponibles, dos de ellos porteros. Y solo habría un centrocampista disponible, Yan Eteki, para medirse al Molde en Europa al no estar inscrito Domingos Quina.

Hay truco en los «pendientes de evolución» de las distintas lesiones fibrilares que engrosan el parte médico del Granada. No sería la primera vez que alguno de los futbolistas presentes en el último listado de bajas del equipo resucita a última hora y se planta titular en el 'once'. De los doce futbolistas que reseñan lesiones, y además de Quini –de quien Diego Martínez sí confirmó que viene haciendo algunos entrenamientos con el grupo–, los percances menos preocupantes parecen los de Yangel Herrera, Jesús Vallejo y Germán Sánchez, tocados los dos primeros del isquiosural y el gaditano del aductor izquierdo. Los tres podrían haber formado parte del grupo en entrenamientos anteriores, como el de ayer, y contar para su entrenador en Bilbao.

Con todo, Diego Martínez mantiene presente que no podrá contar ni con Germán Sánchez ni con Yangel Herrera frente al Molde. Tampoco con Ángel Montoro, otro de los incluidos en el parte médico, sin citar frente al Elche aunque no fue de los que más tocados acabaron en apariencia frente al Nápoles en el Diego Armando Maradona. Esto concede opciones para que los tres sean de la partida en San Mamés si el entrenador les ve aptos, salvaguardando entre otros a Yan Eteki para el duelo del Molde. En defensa se va a cuidar a Víctor Díaz, que actuará como lateral izquierdo en la eliminatoria europea tras la lesión de Carlos Neva, y es probable que vuelva al equipo Quini como lateral zurdo ya que Adrián Marín no convence aún a Diego Martínez. Germán podría acompañar a Domingos en la zaga en detrimento de Nehuén Pérez. En el centro del campo, quizás junto a Montoro y Herrera, es fijo Domingos Quina al no estar inscrito en Europa, crecido tras sus dos golazos ante Huesca y Elche.

Diego Martínez quiso destacar a uno de sus futbolistas tras el triunfo ante el Elche. Fue a Fede Vico, un jugador cuyo protagonismo cayó en picado por culpa de las lesiones. Sin inscribir en la Europa League como Quini, fue suplente contra los ilicitanos para que Puertas y Kenedy repitiesen pese a su esfuerzo en Nápoles, donde completaron el partido. Sin embargo, salió en la segunda mitad con ánimo de rebeldía y contribuyó a la victoria. Su entrenador le reivindicó y lo más normal es que le dé continuidad, ya que es uno de los que no podrán estar seguro frente al Molde.

Contra los noruegos sí podría jugar Antonio Puertas, que se estrenó como goleador en Liga en la última jornada como parte de su proceso particular para reencontrarse con su mejor versión tras sufrir la covid-19. Diego Martínez se guardaría en el banquillo la bala, o la bomba, de Robert Kenedy, un extremo explosivo al que querrá en plenas facultades frente al Molde ante la baja segura de Machís. En punta, Soldado está hambriento de minutosy quiere reconectarse a la competición.

El Athletic está eufórico tras una nueva clasificación para una final de la Copa del Rey pero en sus últimos partidos en San Mamés ha dejado dudas, con tres empates a un gol frente a Valencia y Villarreal en Liga y en la ida con el Levante en el KO. Está obligado a rotar por la prórroga que muchos de sus futbolistas soportaron el jueves hasta la extenuación. Un estado de posguerra en el que el Granada ha aprendido a manejarse como nadie en esta temporada histórica, sin precedentes. A su apetito insaciable le apetece asaltar La Catedral.