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Patricia Mascaró en una pugna aérea con las centrales del Castellón. RAMÓN L. PÉREZ
Granada CF | El atasco rojiblanco en la Ciudad Deportiva continúa
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El atasco rojiblanco en la Ciudad Deportiva continúa

El Granada empata en casa contra el Castellón, conjunto ordenado que desquició nuevamente a unas rojiblancas que no encuentran el último pase

Fran Rodríguez

Granada

Sábado, 16 de octubre 2021, 18:50

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No pudo ser. Dos puntos volaron de una Ciudad Deportiva que empieza a atragantarse a un Granada voluntarioso pero que, nuevamente, exhibió problemas para engarzar el juego por dentro y encontrar ese último pase. Las rojiblancas pisaron mucho el área contraria sin que apenas se contabilicen disparos a meta. El único claro, con el pie, fue al poste, mientras que el gol llegó con un cabezazo de libro de Noe tras un centro de mucha calidad, obra de Carol. El Castellón respondió pronto con un golazo desde la frontal que llevó a las nazaríes a revivir su pesadilla, la de llegar a los últimos minutos con los puntos más que disputados. Gran partido, cabe destacar, de María Pi por el bando local y la defensora Jodi en el visitante.

GRANADA CF

Pi, Nerea, Marta Carrasco (Cristina Postigo, m. 63) , Cristina Moreno, Carol (Adriana, m.80), Pamela, Noe (Alicia, m.63), Laura Pérez, Lauri, Raquel y Patricia Mascaró (Inés, m.84).

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CD CASTELLÓN

Anna, Vero (Aida, m.46), Carlota, Parra, Jodi, Lara (María, m.81), Maral (Gema, m.46), Blanca (Alba, m.63), Mireya, Anabe (Carol, m.63) y Bruna.

  • GOLES 1-0, m. 58: Noe; 1-1, m. 73: Alba.

  • ÁRBITRA Arantxa Pérez, del colegio andaluz. Amonestó a la visitante Maral.

  • INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada número 6 de la Reto Iberdrola (Grupo Sur). Se disputó en una Ciudad Deportiva que pasó por poco el centenar de personas. Las rojiblancas lucieron un lazo rosa en el pantalón como gesto en la lucha contra el cáncer de mama.

No agitó Lamesa demasiado el 'once', confiando en un equipo muy reconocible con Pi en portería y Cristina Moreno formando con Marta en el eje. Noe fue la que inició en esta ocasión, dando el relevo a Alicia en esa dupla que tan bien funciona al Granada aunque se cambien los nombres, y es que de talento las rojiblancas van sobradas en la medular. Los cuatro últimos nombres, los de las chicas de arriba, se recitan ya de memoria en la Ciudad Deportiva.

Saltó muy bien el cuadro local al terreno de juego, llevando a la realidad, a hechos, las palabras de la previa de Lamesa. La consigna era hacer daño desde pronto, robar arriba, ante una defensa castellonense torpe con balón para romper líneas. Todo lo contrario que un Granada con Noe instalada entre centrales para encontrar el camino hacia campo contrario. Articulaban cada gesto en torno a la capitana uruguaya, Pamela, lúcida con y sin balón en una primera parte que exigía un constante cambio de juego, intentando desencajar al Castellón de su marcada actitud defensiva. Por ello, no es sorpresa, las mejores ocasiones para las rojiblancas empezaron a llegar en jugadas a balón parado, no concretadas ni por Mascaró ni por Marta a pesar de las dudas de Anna, que sufrió en cada lance.

El Castellón, ante la dificultad para frenar a las rojiblancas cuando conseguían girarse, empezaron a torpedear el juego con faltitas. La única en la que, inalcanzable, Laura Pérez esquivó a todas las rivales, llegó la mejor del partido. La '7' abrió a Raquel, que la empaló con un poco de zurda y mucha alma, pero el balón se estrelló en el poste. Fue prácticamente el último gran acercamiento local al área, pues desde entonces se empezó a comprobar la dificultad que el Granada tiene para acabar jugada. Faltó acierto en la ejecución, a pesar de exhibir muy buenas intenciones. No se concretó ese último pase, ni tampoco llegaron a destino los centros tibios de Laura Pérez, siempre incisiva pero muy vigilada. Mascaró, participativa pero muy echada a banda, también buscó un golazo con una volea que salió muy alta.

El Castellón se quitó el miedo pasada la media hora. El Granada había prometido golpear y había errado el gancho, era el momento de recuperar la verticalidad. Las visitantes se rehicieron y empezaron a pisar el área de una Pi inconmensurable los primeros 25 minutos. Primero, la portera tuvo que estirarse para sacar con una preciosa palomita el disparo a media altura de Lara. Luego fue Mireya la que controló con el tacón un difícil envío y se marchó de Cristi Moreno. Se vio ante la portera nazarí, que le aguantó hasta el último segundo, sacándole con el cuerpo el chut en el uno para uno. La última en este trío de ocasiones fue también la última del partido. Una buena jugada por banda de Jodi acabó en un centro pasado que, aunque dificultó el remate a su comparea, obligó a despejar a Pamela. El rechace lo voleó como pudo Mireya, pero Pi palmeó a córner.

Tras el descanso, ya lo avisaba Lamesa, el Castellón cambió el dibujo y puso en problemas al Granada con el giro de guion táctico. Tres centrales férreas, corajudas y atentas en la marca, dinamitaron toda opción de jugar por dentro con dos jugadoras frescas entrando desde el banquillo como carrileras. La 12 se marcha por la izquierda, buena pared con Mireya y golpea muy cruzado tras desviar lo justo Nerea.

Parecía que el Granada no iba a saber encontrar la zona para hacer daño y en una maravillosa jugada de Carol, llegó el premio. Noe, que interpreta como pocas en la categoría la ocupación de espacios, se incorporó de segunda línea al punto de penalti. Lo leyó bien Carol que puso un centro con música y no desafinó la centrocampista, que colocó la cabeza para batir a la portera en un gol de maravilla que hizo a la grada suspirar y al equipo cuajar en el césped. Al Castellón no le quedó otra que dar un paso adelante y recuperar una actitud más atacante. Lo interpretó Lamesa haciendo cambios en el centro del campo y la defensa. Marta y Noe dejaron el campo para que entraran Postigo y Alicia, dos jugadoras con mucho criterio para dividir el balón.

Entraba el duelo en una fase que esta temporada se está atravesando a las rojiblancas, la de cerrar los partidos. Encontrar el segundo era la mejor terapia para un equipo que entra en pánico si no se ve con un colchón grueso en el último cuarto de hora. Por eso lamentó Patricia Mascaró una jugada que, incomprensiblemente, no acabó con su quinto tanto en Liga Reto. Lauri desbordó y puso desde la esquinita del área grande un balón tenso al segundo palo. La defensa se lanzó al suelo pero apenas la desvió y Mascaró, que parecía no confiar en que el pase le llegaría, remató forzada.

El Granada buscaba huecos, relajaba el cuerpo con el aire contenido del primer gol expulsado tras el cabezazo de Noe. Y, aunque parecía sonado el Castellón, las visitantes dieron un golpe del que sería difícil reponerse. Mireya y Bruna encabezaron un contragolpe que acabó con un centro a la frontal. Parecía lejos del área, todas las visitantes se habían ido al área pequeña y el peligro se había esfumado. O no. Apareció de las sombras Alba para, a bote pronto, empalar un remate que entraría sin tiempo de reacción para Pi. El mejor gol de lo que va de temporada en la Ciudad Deportiva (y quizá no solo hablando del Femenino).

Respondió el Granada con un saque de esquina que Postigo cabeceó muy cómoda en el primer palo. El balón cogió una trayectoria muy centrada y Anna, que se adornó de más, la sacó con el puño. Encontrar el 2-1 era una obligación y, por tanto, un arma de doble filo. Un deseo envenenado que llevó a las rojiblancas a fallar atrás y dejar a Mireya frente a Pi en un balón en largo. La delantera se marchó de la portera, pero Postigo recuperó la zona, tapó portería y sacó lo que parecía un claro 1-2.

La pesadilla de las rojiblancas ya no era no haber cerrado el partido, sino llegar con este empatado y malas sensaciones atrás. Nada sirvió para recuperar esos dos puntos perdidos. Lo intentó cargando el área con centros que no pusieron en demasiados apuros a las castellonenses. El Castellón, bien arropado en su área, despejó cada acercamiento y aumentó la sensación de impotencia de las de Lamesa, que no variaron su propuesta a la desesperada con Inés y Adriana. Para colmo de males, en una buena incursión por la derecha, Laura Pérez se llevó la mano al muslo, aquejada de lo que, como poco, parecía una fuerte contractura. Incluso coja, la '7' local pudo desequilibrar y meter un centro en el descuento que la portera despejó de puños. Finalizó el duelo con el desencanto de una lucha que, aunque eterna, no tuvo en esta ocasión ese final de color de rosa que se quería.

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