Ver fotos
Nueva victoria sobre el pasto de Nerja
El Granada ganó por la mínima y con portería a cero, como más le gusta, al Alcorcón en su tercer amistoso de verano
Madrugó el Granada para marcharse hasta Nerja. Pisó el césped, no lo vio demasiado claro pero aún así se calzó y compitió, como no podía ... ser de otra forma. Los de Diego Martínez ganaron su tercer partido de la pretemporada y mantuvieron su portería imbatida una vez más. No han recibido un gol en 260 minutos de verano y no es casual. Los rojiblancos, que volvieron a vestir de negro, mantienen en marcha el tren que les llevó de la categoría de plata al Olimpo gracias a sus 18 porterías vírgenes. Juega Rui Silva, juega Aarón Escandell y la película es la misma. Lo importante ayer, sin embargo, fue que no hubo lesionados, como concluyeron todos los protagonistas.
Se midieron a un Alcorcón que con Fran Fernández se mantiene rocoso como aquel de Cristóbal Parralo que ostentase el liderato de Segunda la temporada pasada en más de una jornada, desinflándose tras el invierno. Fue un partido serio, casi que de competición,y por momentos tedioso. Uno de esos encuentros que de tan rígidos se suele decir que se definen en detalles o en un balón parado: al Granada le salió perfecta una de las jugadas que ensayó durante la semana, Montoro desde la esquina para Quini y este de vuelta para un centro que cruzó el capitán Víctor Díaz a la media hora. Luego supo remendar ciertos desajustes y hasta le sonrió la suerte. Fue eficaz y protegió el botín.
Diego Martínez planteó un 'once' que a falta de un par de detalles se asemeja al que podría disputar el primer partido contra el Villarreal. Salió Rui Silva bajo palos, protegido por Víctor Díaz, Domingos Duarte, Neyder Lozano y el meritorio Carlos Neva, que disputó todo el partido, con Montoro y Eteki en la sala de máquinas, Quini adelantado por la derecha y Vadillo a la izquierda con Puertas y Soldado formando la doble punta. Las variaciones aguardaron al descanso. Enfrente, entre los alfareros, dos nombres que se deberían escribir con mayúsculas como los de Rui Costa o Stoichkov; maldita herencia la suya, no tienen nada que ver con aquellas leyendas de Milan y Barcelona.
El Alcorcón plantó sus propios argumentos pero fue el Granada quien llegó con más peligro. A los seis minutos Soldado bajaba un balón del cielo con un control que muestra el salto de calidad que le aporta al equipo, batía por abajo a David Jiménez y sólo el césped, que frenó el balón para que David Fernández llegase a tiempo para despejar, pudo evitar el tanto. Ambos equipos se anulaban mutuamente y esperaban a golpearse por sorpresa, competitivos ambos. Un primer desajuste defensivo dejaba a Rui Costa delante de su 'tocayo' Silva, pero apareció como una pantera Neyder Lozano para abortar la ocasión. Soldado mostraba los primeros conatos de su carácter en varios roces con los defensas alfareros. A la media hora Víctor Díaz haría el único gol del partido, que habría contrarrestado Ernesto antes del descanso de no haber sido anulado el tanto por fuera de juego.
Movió fichas el Granada tras el descanso volviendo a retrasar a Quini al lateral, donde más cómodo se siente llegando desde atrás, mirada al frente y línea de fondo a tiro. Tuvo más ocasiones el Alcorcón en este segundo tiempo. Boateng se plantó dentro del área en un segundo despiste defensivo que acababa demasiado cruzado. Poco después Aarón opuso su cuerpo en una definición de Arribas. Debutó Yangel Herrera con apenas un entrenamiento, con media hora para él para reforzar el centro del campo, y aunque trenzó alguna jugada con Fede Vico que levantó aplausos se le vio errático, como forzado a jugar rápido y a un toque. Sí dejó clara su capacidad como recuperador. Tampoco antes había fluido demasiado el juego en ese centro del campo.
Palo de Ramos
Recuperó el pulso el Granada con los culebreos de Aranda y la movilidad de Vico, de nuevo desde la derecha aun con libertad. Adrián Ramos disparó con violencia al poste, emitiendo un sonido metálico delicioso. Participó menos Rodri, que en apenas media hora dejó su lugar a Adri Butzke, que sí estuvo más en contacto con el balón, con una bonita dejada de tacón para Vico que luego disparó manso. Los alfareros Isi y Gabi tuvieron el empate en sus botas, imprecisos en la definición como antes Boateng y Arribas, y ahí murió el partido. Sin lesionados, con pleno de victorias y todavía imbatidos, el Granada se concentrará en Marbella desde el lunes para perfeccionar un tren que avanza firme.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión