El Granada pasa la pelota a la grada

El jugador número '12' ha quedado oficialmente convocado en Granada. El lunes, apenas unas horas después de la derrota en el Reale Arena, fue el propio club a través de sus redes sociales el que avisó: «No es un partido. Es otra final». Dos días después, lanzó una promoción para que los abonados adquiriesen dos entradas por el precio de una: «Se reclutan gargantas para jugar desde la grada la final del sábado. ¿Quién se apunta?». El jueves, para cerrar la presentación oficial de Dani Raba, el director deportivo Pep Boada miró a cámara y se dirigió directamente a la afición: «Nos quedan catorce finales y ocho son en casa. Con su ayuda somos más fuertes, los necesitamos. Esperamos que sigan viniendo al estadio».

Ayer fue Robert Moreno quien se sumó al llamamiento, aunque tuvo sus propios matices a la hora de calificar el partido frente al Villarreal de 'final'. «Pase lo que pase seguiremos fuera de descenso sí o sí, aunque podríamos acercarnos mucho si no ganamos y ganan los de atrás», admitió. «Dentro tenemos la absoluta certeza de que nos vamos a salvar, pero sabemos que en la temporada hay momentos como este. La gente es consciente, y lo sé porque aquí no hay nadie tonto, de que nos vamos a salvar en Los Cármenes. Ganando cuatro de los ocho partidos que quedan aquí, estamos prácticamente salvados, pero necesitamos tener a todo el mundo empujando», razonó Robert Moreno. Todo empieza hoy frente al Villarreal. Y no hay distintivo de Champions que valga para excusarse.

El Granada necesita, y no lo esconde, el aliento de su afición para recuperar el oxígeno que le viene faltando tras encadenar cuatro derrotas consecutivas, la peor racha de la temporada. Aunque el entrenador pronosticó que volverían los momentos difíciles al advertir cierta relajación en la plantilla al abrir el año, es probable que nunca imaginase la magnitud de la caída. El corte con el descenso ha quedado en tan solo cuatro puntos y puede reducirse aún más si los rojiblancos no son capaces de puntuar ante el Villarreal y sí lo hacen el Cádiz ante el Alavés en el Nuevo Mirandilla o el Alavés en el Bernabéu, en partidos que seguirán al de Los Cármenes esta misma tarde.

Sorprende que, en su diagnóstico de los problemas del equipo, Robert Moreno apunte a la fragilidad defensiva pese a que el Granada haya sido incapaz de marcar en los tres últimos partidos. El fútbol es así. El equipo parece haber emprendido una involución respecto a aquello que tanto le costó ganar en las primeras jornadas del campeonato: solidez para proteger su portería. Una carencia que solo se recupera desde el esfuerzo colectivo y la intensidad en los duelos individuales, esos pulsos que solo ganan los jugadores más mentalizados o espoleados en su fuero interno o por el externo de lo ambiental.

El entrenador volverá a verse en la encrucijada de apostar por las incorporaciones invernales o recuperar para la causa, en plena crisis, a los integrantes del núcleo duro del vestuario que ya sacaron las castañas del fuego en más de un momento de la temporada, como en el primer triunfo frente al Sevilla. Aquel día, Robert Moreno cedió ante la petición popular del desplazamiento de los jugadores en autobús para favorecer su recibimiento, convocado hoy desde las 12.15h. No faltará ese primer empujón de inicio.

Opositan a recuperar su sitio en el 'once' varios futbolistas. Lo conseguirá seguro Carlos Neva, recuperado de las molestias en el aductor que le apartaron de la visita a la Real Sociedad. Quieren imitarle Germán Sánchez, Jorge Molina o Rubén Rochina, quizás en detrimento de fichajes como Álex Collado, Myrto Uzuni o Matías Arezo, que vienen gozando de la titularidad. Quien por ahora no cuenta para Robert Moreno es Darwin Machís. Aún debe ganárselo.