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El Granada sigue firme en Copa
Los rojiblancos estarán en octavos al imponerse al Málaga gracias a una buena primera parte, sabiendo sufrir en el último cuarto de hora
Rafael Lamelas
MÁLAGA (enviado especial)
Domingo, 17 de enero 2021, 14:03
El Granada está haciendo hábito de algo muy difícil: prosperar en todas las competiciones. Consiguió el pase a octavos de la Copa del Rey ... en La Rosaleda a costa de un Málaga que solo cuestionó el dominio rojiblanco en el último cuarto de hora del partido. Los nazaríes fortalecieron su victoria en la primera parte, un dechado de eficacia y saber estar. Después, asumieron el acto final con corrección, hasta que Caye Quintana recortó diferencias y comprometió la seguridad en ese periodo. No encontraron otra vía los locales y el equipo regresó a casa tras el derbi genuino de Andalucía oriental con los deberes hechos, evitando prórrogas y sin desgastar a piezas clave.
Los descalabros y sufrimientos de otros conjuntos de Primera ante rivales de Segunda en esta ronda no pesaron en Diego Martínez a la hora de armar su alineación. Abundó en siete de sus ochos fijos de Copa, bajando solo a Ramón Azeez del autobús, que ni viajó. Jorge Molina lidera este destacamento al que se añadieron dos caras más habituales: Luis Milla puso rigor en la media y Foulquier dio descanso a Carlos Neva en el lateral izquierdo.
Málaga
Juan Soriano; Mejías, Juande, Escassi, Alexander; Alberto Quintana (Luis Muñoz, m. 73), Ramón Enríquez (Caye Quintana, m. 46), Jozabed (Cristian, m. 69), Jairo, Rahmani (Joaquín, m. 57); y Orlando Sá (Pablo Chavarría, m. 46).
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Granada
Aarón; Pepe (Domingos Duarte, m. 85), Nehuén, Vallejo, Foulquier; Eteki, Luis Milla (Ángel Montoro, m. 85), Puertas, Soro (Kenedy, m. 56); Fede Vico (Yangel Herrera, m. 67); y Jorge Molina (Soldado, m. 67).
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GOLES 0-1, m. 16: Fede Vico; 0-2, m. 28: Jorge Molina; 1-2, m. 76: Caye Quintana.
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ÁRBITRO Carlos Del Cerro Grande (comité madrileño): Amonestó al local Juande (m. 77).
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INCIDENCIAS Partido correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio La Rosaleda, sin público en las gradas.
El Granada se topó con un Málaga resultón pero algo ingenuo. Con una presión algo destartalada que no complicaba en exceso a los rojiblancos, intentó asear su juego ante una escuadra recia y madura, con muchos tiros pegados. Los locales fueron pagando esa bisoñez poco a poco.
Tras los minutos de tanteo, con guardia alta y golpes vagos para mantener la distancia, el balón empezó a rondar las porterías. Primero fue el Málaga, en un córner regalado por Vallejo en el que solo sacó un tiro lejano y alto de Alexander. La del Granada vino también del balón parado, pero fue mucho más dañina. Una falta esquinada que le hicieron a Soro, zigzagueante, para la que opositaron Luis Milla y Fede Vico. Era para un zurdo, así que el cordobés tenía todas las papeletas para chutar. Lo hizo a la barrera, pero duro, agradeciendo un movimiento de Escassi de desvío, vulnerable el muro por el gesto de los jugadores. Juan Soriano no pudo reaccionar. Una ventaja en un cuarto de hora, entremés gustoso para los visitantes.
Todo transcurrió bajo los intereses nazaríes desde ese instante hasta el descanso. Una iniciativa sin mucha profundidad del Málaga, con un Granada rocoso y ágil para contragolpear. Solo pudo ocurrir una desgracia en un balón que no atajó Aarón, volando en una pugna entre Orlando Sá y Vallejo. La pelota se le escurrió y cogió dirección a meta, pero el propio Vallejo extinguió el fuego con un despeje antes de traspasar la línea.
Metió otra marcha el Granada y los costasoleños se quedaron patidifusos. Yan Eteki, muy firme y sereno en sus evoluciones, varió la orientación de un pase hacia Soro, que serpenteó ante un impávido Alexander. El maño se coló danzando en el área y se la puso a Jorge Molina, que compuso un tiro como si fuera billar, sutil con la izquierda, hierático el cancerbero. El veterano punta fortalecía su condición de pichichi global con su octava diana sumando todas las competiciones.
Solo las pifias podían comprometer la renta rojiblanca. En un centro malaguista, Nehuén se 'comió' un despeje y la pelota rebotó en Rahmani, orientada hacia un arco en el que estaba bien colocado Aarón. No producía el Málaga y sí se asociaban más Soro y Jorge Molina, el joven estilete y el fajador adulto, aunque sin precisar el fuego.
Pepe se agigantaba en el lateral. Más que de Linares, parece nacido en Bérgamo, esencia italiana en su manera de defender, implacable aunque con alguna licencia para la lírica, con un control y sombrero mientras un contrincante le atosigaba. Su nivel de confianza es altísimo; es un camión blindado atrás.
Se diluía cada avance malaguista y el Granada llegó sin sudor frío al descanso. Sergio Pellicer, técnico de los anfitriones, quiso afilar su ataque con el ingreso de Caye Quintana y Chavarría, aunque el que estuvo a punto de estrenarse fue Rahmani en uno de esos centros molestos como un insecto que cogió rumbo a la puerta, obligando a la estirada de Aarón.
Fue un espejismo, porque la iniciativa siguió siendo forastera. Milla comandó alguna llegada y sirvió un buen córner con el que no atizó Puertas de chiripa con la testa. Diego Martínez introdujo rapidez con Kenedy en la izquierda. Soro salió del tapete y Puertas se ocupó de la derecha. El Málaga necesitaba una sierra para invadir el sector nazarí y seguía buscando en la reserva a alguien con dientes. Lo intentó Joaquín, a base de 'bicicletas', provocando una falta algo cómica de Foulquier (una mano desde el suelo). En el saque, el propio Joaquín se encontró con un remate, pero sin pulso, sencillo para que Aarón lo engatusara.
Kenedy reclamó penalti en una bola bien rebañada por Mejías. Diego reordenó su dibujo al meter a Yangel Herrera por Fede Vico, aportando el 4-3-3, y Soldado trajo brisa al ataque por Jorge Molina. El Málaga intentaba responder con nuevos estímulos pero el túnel seguía tapado. Aarón tuvo una salida al despeje fuera del área y la mandó a saque de banda. El Málaga quiso sacar presto y aprovechar que la madriguera había quedado desguarnecida, pero el valenciano empleó sus mejores dotes dramáticas, quejándose una lesión. Del Cerro accedió, paró el juego y Aarón fue atendido… y siguió jugando después.
El último cuarto de hora rompió la tendencia y dio fe al Málaga. Una falta botada por Cristian fue peinada por Caye Quintana lo justo. Aarón la manoteó mientras se lanzó a un lado, pero la pelota surcó el aire hasta dar en la parte interna del poste. Hubo una carambola beneficiosa para los locales y un periodo de inquietud latente.
El 'chamán' retocó la táctica de nuevo con el ingreso de Domingos Duarte. Tres centrales, Puertas de carrilero y Montoro por delante para que Luis Milla reposara. Auxilio y acumulación para afrontar el desenlace.
Soldado tuvo un contragolpe pletórico, pero Juan Soriano respondió a su tiro vehemente, y el Málaga ni esperó a la prolongación para que el propio portero se sumara a los saques de esquina. El Granada apelotonó tropas y trató de respirar en los parones ante tanta agitación. Sobrevivió al añadido de cuatro minutos y estará en octavos de final de la Copa. Puede con todos los retos. A veces con cierta angustia, pero al final sale a flote. No es sencillo acostumbrase a ganar con tanta frecuencia.
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