El Granada cierra el mercado sin ningún fichaje de última hora

La dirección llegó a ultimar un acuerdo económico de traspaso hace días, por 500.000 euros más variables, pero quedó supeditado a que los navarros encontraran un reemplazo al alcance, que no se dio. Arnaiz tampoco había apretado en exceso para variar su situación y recalar en Segunda división.

Tampoco pasaron de las llamadas los contactos por Amath e Iván Sánchez, del Valladolid, que seguirán en Pucela. Si gustaba más Nico Serrano, pero el futbolista del Athletic eligió hace unos días al Sporting de Gijón como lugar para su cesión. Otro que estuvo en el radar, Estanis Pedrola, se fue al Bolonia.

Durante el día, el Granada también tanteó opciones para el centro del campo, pero finalmente no encontró ninguna convincente o que tuviera una salida fácil del club en el que estuvieran. Uno de sondeados, según una fuente externa, fue Gonzalo Escalante, del Cádiz, aunque es probable que hayan pasado más nombres por la mesa de trabajo.

Queda claro que el Granada ha preferido una política prudente, con valores afianzados, como Rebbach y Stoichkov, antes que acudir al mercado extranjero, con más ingresos, doce millones por Myrto Uzuni, que gastos; 2,5 por el gaditano. Contribuye al equilibrio económico en el límite coste-plantilla, aunque no lo afianza aún.

El bazar estuvo marcado por la tormentosa salida de Uzuni. El pichichi nazarí, autor de catorce goles esta temporada, llevaba meses negociando una mejora de contrato sin concretarla, hasta que todo estalló tras el regreso de las vacaciones navideñas. El jugador se declaró internamente en rebeldía y dejó de entrenar con el grupo, lo que le invalidaba como elección para el técnico Fran Escribá.

Uzuni y su agente emplearon como medida de presión una oferta del Austin, de la MLS, inicialmente de ocho millones de euros. La dirección mantuvo el pulso y aunque buscó soluciones intermedias en pos de la continuidad del delantero, no llegó a sus expectativas económicas y todo se abocó a cerrar el traspaso a EEUU. El Granada logró que los texanos llegaran a los doce millones de euros, el valor de su cláusula de rescisión, en tres plazos.

El acuerdo se alcanzó el jueves 16 de enero, pero pasó una semana hasta que ambas entidades deportivas lo hicieron oficial. En concreto, el 24, cuando se zanjaron los trámites burocráticos pertinentes. El Granada, por su parte, ya llevaba varios días tras un sustituto. El elegido fue Juan Diego Molina Martínez, conocido como Stoichkov, mediapunta del Deportivo Alavés que los babazorros ficharon del Eibar por un millón de euros el pasado verano tras brillantes temporadas en Segunda. Stoichkov no estaba destacando en la máxima categoría, pero los rojiblancos sabían de su valía para la división de plata. Desembolsaron 2,5 millones de euros por su traspaso.

Antes de estas maniobras importantes, el Granada ya había fijado una cesión y recibido un préstamo. El primer movimiento del mercado fue la salida de Theo Corbeanu al Toronto, también de la MLS, con una opción de compra de 1,5 millones de euros. Lo cerró el 14 de enero. Dos días después, justo mientras la cúpula de mando pactaba las cantidades de la venta de Uzuni, oficializó el aterrizaje hasta junio de Abde Rebbach, primera de las dos gestiones que se concretaron con el Alavés.

La semana pasada llegaron dos salidas del club. Primero se desvinculó Ignasi Miquel, quien parecía apuntar al Burgos, pero que al final se unió al Levante. El domingo pasado se anunció el que iba a ser el último giro de este bazar de enero, la cesión de Pablo Sáenz al Albacete hasta la conclusión de la temporada, que ya debutó ese mismo día.