Granada y Racing, dos históricos con trayectorias encontradas
Mientras los rojiblancos pasaban por el barro, los santanderinos se consolidaban en Primera hasta que las tornas cambiaron esta década
FRAN RODRÍGUEZ
GRANADA
Jueves, 18 de agosto 2022, 00:06
Hasta hace poco, en Granada se conocían mejor los nombres de Ceballos, Zigic, Munitis o Colsa que los de los jugadores del equipo de la ... ciudad. Por aquel entonces, los rojiblancos eran un club en el alambre, siempre debatiéndose entre la vida y la muerte alejado de las altas esferas de nuestro fútbol. Por su parte, el Racing de Santander era un histórico de Primera, un club que ya estaba en los albores de la competición y al que todos los niños tenían más presente por los cromos y la televisión que a la entidad nazarí que paseaba, por el barro de Segunda B y Tercera, el nombre de su ciudad. Diez años después, eran los niños de Cantabria los que cambiaban cromos de Duarte, Puertas o el ahora local Germán en las previas de esos encuentros de 1ª RFEF en El Sardinero.
Y es que Granada y Racing son dos equipos que rezuman una historia importante. Parecen en las antípodas de todo, comenzando por lo geográfico y terminando por la narrativa, pues apenas se han medido una treintena de veces en los 91 años de vida de los rojiblancos (110 harán los cántabros). Todo ello se debe a que Granada y Racing presentan curiosamente trayectorias encontradas. Los mejores años de unos han sido los peores de otros y viceversa. Lo demuestra esta última década.
Desde que el Granada ascendiera de solo dos saltos consecutivos a Primera con Fabri en 2011, el Racing completó a la inversa el camino, cayendo de tropiezo en tropiezo. Los de El Sardinero se habían tirado 18 años casi ininterrumpidos en Primera mientras los rojiblancos iban descubriendo cada temporada una planta más en el sótano de su mala suerte. El Racing jugaba incluso competiciones europeas y ganaba un Pichichi gracias a Salva (en 2000 con 27 goles) y el Granada, con suerte, llegaba a cubrir las nóminas de sus jugadores y empleados.
Hasta que se encontraron en 2011 y 2012. Los rojiblancos venían en una trayectoria claramente ascendente, con la ilusión del que vuelve tres décadas más tarde a la élite. Una élite que se rehusaba a abandonar el cuadro cántabro, cada vez con mayores apuros hasta aquel año. Un empate a cero en Los Cármenes en la primera vuelta precedió a la victoria importantísima del Granada en El Sardinero. Fue por la mínima gracias a un tanto de Siqueira de penalti. Fue un clavo firme en el ataúd de los racinguistas, que acabaron colistas mientras que los de Resino se salvaban con el famoso gol de Falcao.
Lo que nadie podía imaginar es que el Racing, un año después, iba a volver a ser uno de los descendidos pero de Segunda a Segunda B. No fue colista por poco (20º) y, tras la desbandada de muchos de sus jugadores y la presión de ascender convertida rápido en ansiedad por los malos resultados, se consumó el descenso al bronce. Inaudito. Mientras tanto, como parte de esta historia casi profética, el Granada cada vez era más estable en Primera. Durante ese lustro que los granadinos disfrutaron del mejor fútbol del mundo, el Racing subía de Segunda B a Segunda solo para volver a bajar.
En los dos años que los rojiblancos estuvieron en Segunda tras el descenso de 2017, el Racing no fue rival al encontrarse un escalón por debajo. Quedar primero de su grupo, como ya le ocurriera al Granada en los 90, no servía a los blanquiverdes para ascender en el 'play off'. Y, como dos décadas antes, se cumplía la teoría de los extremos cuando el Racing bajaba de nuevo a Segunda B en 2020 mientras el equipo de Diego Martínez alcanzaba la primera participación europea de su historia. Y no todo queda en el presente. El Granada no existía y era un equipo después casi amateur cuando el Racing de Santander competía en las primeras ligas. Y los años dorados del Granada 'Matagigantes' coincidieron con la inestabilidad de un Racing a caballo entre Primera y Segunda. Ambos son, por tanto, clubes obligados a llorar las alegrías del otro, con mayor protagonismo racinguista en Primera (44 temporadas en Primera por 26 granadinas). Lo único en que coinciden es en que cuentan con una afición que jamás les ha abandonado en los malos momentos.
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