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El Granada se vuelve a mudar al ático de Segunda
Los rojiblancos vencen a la UD Las Palmas en un partido de intensidad en la primera parte y luchado después, con dos errores groseros de los canarios aprovechados por Melendo y Uzuni
El Granada se volvió a mudar al ático de Segunda, en donde espera quedarse instalado hasta el final de Liga. 'Desahució' a su rival, la ... UD Las Palmas, que tardó en competir hasta la segunda parte, tras pegarse dos tiros en el pie durante la primera mitad para dejar en clara ventaja a los rojiblancos. Estos tuvieron el nervio necesario durante todo el partido, en una agotadora sesión en la que acabaron exhaustos. Todo culminó como querían, salvo por el diferencial particular, que sí se quedaron los grancanarios. Un equipo que parecía que tenía una habitación de privilegio reservada, pero que ahora la tiene comprometida.
Los rojiblancos mostraron astucia. Asumieron que el control técnico podía ser del contrario, pero no el de los espacios, todos acotados y protegidos como si fueran mastines. Se trataba de un ejercicio de paciencia infinita, de constancia de remero y de acierto en cualquier desconexión del contrincante, que las hubo, sobre todo antes del descanso. Después, sostener el escudo hasta las últimas consecuencias para que la jornada terminara con festín.
Granada
Raúl Fernández; Quini, Miguel Rubio, Ignasi Miquel, Carlos Neva; Bodiger (Meseguer, m. 77), Petrovic (Sergio Ruiz, m. 68), Melendo (Bryan Zaragoza, m. 58), José Callejón (Soro, m. 68); Antonio Puertas (Víctor Díaz, m. 77) y Uzuni.
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UD Las Palmas
Valles; Marvin, Sidnei, Coco, Sergi Cardona; Mfulu (Fabio, m. 76), Loiodice (Óscar Clemente, m. 71), Jonathan Viera; Álvaro Giménez (Pejiño, m. 71), Moleiro (Vitolo, m. 81) y Loren (Marc Cardona, m. 46).
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GOLES: 1-0, m. 15: Melendo; 2-0, m. 41: Uzuni; 2-1, m. 49: Coco.
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ÁRBITRO: López Verdura (comité catalán). Expulsó con roja directa a Vitolo (m. 86). Amonestó a los locales Antonio Puertas (m. 23) e Ignasi Miquel (m. 74); y a los visitantes Loiodice (m. 37) y Jonathan Viera (m. 96).
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INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 36 de LaLiga SmartBank, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, ante 17.180 espectadores.
Tras muchos meneos de coctelera, Paco López alineó un equipo que habría firmado el mismísimo Karanka, aunque con otra distribución. De hecho, solo varió Neva, lesionado al comienzo de temporada, del 'once' tipo del vasco, solo que el técnico valenciano apostó por una doble punta con Uzuni y Puertas y dejó las bandas a Melendo y Callejón, este último, el 'nueve' del predecesor del entrenador. Lo que sí se percibió pronto es que el equipo salía con la intensidad necesaria para un partido de semejante calibre, sacando de guía a la UD Las Palmas, demasiado parsimoniosa, mordida en cada parcela.
Estaban tan sueltos los rojiblancos que hasta Melendo, que en tantos encuentro parecía tener anulado el botón del disparo, se atrevió a lanzar desde la frontal, alto pero al menos con intención. Pronto iba a encontrar una opción mejor, que acabó siendo un sutil pase a la red con el interior.
Todo vino de una perforación por la izquierda, en una pelota sacada rápido por Neva que Petrovic devolvió con un gesto extravagante. El lateral evitó la salida, se apoyó en Callejón y corrió al espacio, con el tobillo bien enroscado. Su centro rebasó a Valles, que salió demasiado confiado, y el sol terminó de hacer el resto. La mano del portero no conectó con la pelota y la espalda de de Sergi Cardona hizo de carambola para que Melendo se estrenara ante la red en la temporada, fenómeno extraño el de su sequía jugando tan avanzado, pero su tendencia al servicio siempre había dejado las celebraciones para otros.
Con ventaja, los rojiblancos ya imponían el peso de su estadística, jamás rendidos activando el marcador, con un mero empate cedido. La faena no podía quedar así porque ganar les colocaba segundos, pero aumentar la renta podía favorecerles ante la igualdad a puntos más adelante. El tanto de Coco lo impidió finalmente.
El equipo siguió con la mirada felina, con Petrovic y Bodiger haciendo su papel de correctores, el serbio caliente en las grescas, que alguna hubo. Puertas encontraba sintonía con Uzuni arriba y Callejón, tras el banquillazo de La Romareda, añadió un uno a su dorsal y daba distribución de enganche.
Las Palmas seguía aplatanada, ya sin tanta lentitud en las evoluciones, pero sin ningún filo. En una de sus construcciones, Park vendió a su defensa en un toque atrás que interceptó Uzuni con 40 metros de hierba por delante. Entró como Atila, colándose entre los centrales y clavando el balón en el corazón de la meta ante la salida de Valles.
Paco López se afanó en pedir calma. El marcador igualaba lo ocurrido en el estadio Gran Canaria, pero convenía no excitarse de más, pues quedaba todavía una parte de calor asfixiante y de previsible respuesta canaria. Así fue, porque los amarillos asumieron el rapapolvos de García Pimienta y concursaron con mayor determinación en la segunda mitad, pero el que perdonó su segundo duelo con Valles fue Uzuni, en otro obsequio de los visitantes, que devolvió al ir a culminar el mano a mano con Sidnei con un lanzamiento pifiado.
De la sentencia al recorte. Llegó en un córner en el que Coco se despegó de Bodiger y apareció fulminante al remate, para algarabía de la zona amarilla del estadio, una hinchada entregada y respetuosa. El balón parado, esa asignatura en la que tanto catean los rojiblancos, volvía a costarles un disgusto.
El lateral del Granada fue quien pudo subsanar lo ocurrido con un chut de zurda que sacó Valles estirado como un chicle. También Puertas con una volea de zurda, que le cogió altura. El pulso se ponía emocionante, con Las Palmas volcada, y Melendo se vio forzado a pedir el cambio por unas molestias, dejando el pasillo a Bryan Zaragoza. Entró tímido, alejado del bullicio, para luego sacar de sus casillas a varios adversarios.
La amenaza se posó en el área de Raúl, más vulnerable el centro del campo rojiblanco a los achuchones canarios, aunque Petrovic a punto estuvo de protagonizar una buena cabalgada que le rebañaron en el último suspiro. Los centrales del Granada empezaron a sembrar las dudas. Se trompicó Ignasi Miquel atrás y casi deja a Raúl vendido, pero la acción se solventó.
Petrovic se había quedado diezmado en una pugna y Paco López recurrió a Sergio Ruiz por él. Aprovechó la apertura de ventana para poner a Soro por Callejón. El maño sigue la intrascendencia, pero al menos sudó la gota gorda.
El depósito rojiblanco se vaciaba y Paco López acudió a la zaga de tres centrales con Víctor Díaz, terminando de oxigenar la media con Meseguer por Bodiger. Con Uzuni y Bryan sin rienda arriba, el resto se dispuso a soportar la percusión enemiga y salir en estampida si se pudiera. Pimienta invocó a Vitolo, pero ya ha jugado sus mejores 100 partidos y solo tuvo oportunidad de autoexpulsarse con una tacada a Bryan mientras este zigzagueaba. El malagueño era un saco de golpes.
La prolongación se presentaba poco apta para cardíacos. Coco cabeceó fuera el empate, que Viera le sirvió con mimo. La intentona encontró el arropo del público local a los suyos, justo cuando más necesitaban el auxilio. Hasta el himno se cantó para enfriar acontecimientos. «Que sí, que vamos a ascender», se gritó con fuerza. Esa energía que lleva en volandas a los suyos en Los Cármenes, el templo imbatido del ahora segundo de la Liga.
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