El Granada cae goleado en Alhama

Lamesa buscó agitar el 'once', algo que se verá mucho más durante la temporada por ese deseo de tener a todas las jugadoras activas, listas para entrar en la foto inicial. En Murcia, el entrenador catalán colocó a Alba en la derecha y Nerea pasó a la izquierda ante la ausencia de Urre. Marta Carrasco dejó su lugar a Cristina Moreno, Alicia entró en la sala de máquinas en lugar de Noe Salas y sí que mantuvo al cuarteto de ataque, con Laura Pérez en la derecha, Raquel en la zurda, Lauri enganchando por dentro y Mascaró como referencia.

Y el Granada no acusó los cambios con respecto a la primera jornada. De hecho, los primeros 20 minutos ante el Alhama fueron mucho mejores que los completados ante el Femarguín. Las rojiblancas se mantuvieron muy juntas, incomodando con su presión adelantada a las locales, que no lograban sacar el balón jugado. Tampoco lo intentaron las de Lamesa en los primeros compases, tratando de buscar los espacios a las espaldas de Nerea Vicente y Lena. Laura Pérez fue la que más pudo profundizar, pero sin llevar auténtico peligro.

Las primeras ocasiones rojiblancas fueron disparos muy lejanos de Lauri y Pamela. Ambos se marcharon cerca de la portería, pero sin poner en aprietos a Laura Martínez. Sí se disponía la portera murciana a actuar cuando Raquel parecía entrar como un cuchillo por la izquierda, pero Erika se lanzó al suelo en una grandísima intervención defensiva. Tras un nuevo intento desde lejos de Raquel que la portera atrapó con algún problema, el dominio del Granada se disipó.

Se veía sufrir a las de Lamesa sobre el pisoteado y rápido césped artificial de Guadalentín. El balón botaba demasiado, difícil de domar. Lo que pocos esperaban es que en uno de esos botes estuviese el encuentro. Un centro de Martí que no conducía a nada botó en el área, desierta practicamente de peligro ante la buena defensa de las rojiblancas. Nada impedía que Pi se hiciese con el esférico, pero indecisa lo dejó botar. El balón cogió muchísima altura tras el bote y sorprendió a la portera, que solo pudo ver como Violeta acudía rápida a la caída para empujarla a la red de cabeza.

El gol fue replicado de inmediato con una buena jugada de Laura Pérez, que centró fuerte al primer palo. Entraba sola Lauri, que visualizaba el gol cuando Erika volvió a surgir de las sombras para evitar un remate limpio. Fue el último gesto de rebeldía con el marcador de un Granada que se desdibujó por completo en defensa. Se empezó a sufrir demasiado en el balón parado y lo aprovechó Judith en el segundo palo para cabecear, aunque se topó con los puños de Pi.

Las defensas y la portera se transmitieron muchísima inseguridad, detonándose una jaqueca enorme. La cabeza era el principal dolor de las rojiblancas porque precisamente con la testa llegaron otros dos goles. Con Helena Torres mandando en cada balón que tocaba el campo nazarí, el Alhama creció. En una jugada muy estética de las locales llegó el segundo. La exrojiblanca Coronel, que se filtró sin problemas a la espalda de Pamela y Alicia, dio un taconazo para Violeta, que centró con el exterior en un gesto técnico bellísimo. Martí, sin ninguna marcadora, remató a la escuadra a bocajarro.

Helena en una jugada personal, tras marcharse de tres granadinas, no pudo hacer el tercero, pero sí participar en él más tarde. Peinó un saque de banda, poniendo el balón en la cabeza de Violeta. Esta prolongó como si de un fútbol-voley se tratase, poniéndosela a Coronel. La exrojiblanca, sin dejarla caer, superó a Pi con otro toque más de cabeza que recepcionó en el segundo palo Martí para empujarla, como no, con la frente. Cuatro toques sin caer de cabeza en el área. Impensable.

Tras el descanso, Lamesa deshizo dos de los cambios que había introducido en el once. Alba y Alicia, que tanto mejoraron al equipo ante el Femarguín, dejaron su lugar a las titulares aquel día, Urre y Noe Salas. El Granada volvió a acaparar el balón pero sus llegadas se limitaron de nuevo a disparos lejanos que no ponían en problemas a Laura.

No era el día para las rojiblancas, como dejó claro una jugada que terminó por derrumbar las pocas ilusiones de puntuar que quedaran. Pamela chocó con Andrea, que había entrado por las locales y buscó el contacto con la uruguaya. Aunque la internacional nazarí dio con el hombro en el rostro a la rival, esta exageró y el árbitro no tardó en sacar la roja, interpretando que Pamela había sacado el codo.

Con una menos en el campo, el ritmo bajó considerablemente. Las locales no apretaron mucho más el acelerador, a excepción de Andrea, que entró revolucionada y quería más. Las rojiblancas, con Yurena entrando al terreno de juego para hacer pareja con Mascaró, no podían pisar el área contraria con peligro y casi encajan el cuarto en un centro lateral que Cristina Moreno desvió a portería, aunque se marchó por encima del larguero.

La que no erró fue Martí para hacer su 'hat-trick' tras un enorme pase filtrado de Andrea. Entró por el medio la goleadora del día para batir con facilidad a Pi. Quedaban diez minutos. Demasiados para ambos equipos, que pedían ya el pitido final. Unas, las de azul, para festejar. Las rojiblancas, sin duda, para pasar página y pensar en el siguiente compromiso, dentro de dos semanas en casa ante el Tacuense. Queda un mundo por delante, aunque la derrota duele, deja muy decantado el gol 'average' directo con las murcianas y evidencia más problemas atrás de los que se podían pensar.