El Granada femenino disputará la final de la Copa de Andalucía

El Sevilla era favorito, dado que milita en la más alta categoría del fútbol femenino, aunque conforme iban pasando los minutos, esa condición se diluyó, ya que la igualdad era la tónica predominante en el encuentro. El rival hizo gala de un juego directo, con el que en pocos pases consiguió llegar a los dominios de Pi, pero la finalización de las jugadas era bastante defectuosa, por lo que no se palpó sensación de peligro real. El Granada, por su parte, fue de menos a más. Durante la primera media hora trabajó de forma muy seria y ordenada, controlando al Sevilla e intentando desarrollar su juego combinativo, santo y seña del equipo, que parece que seguirá formando parte de su identidad pese al cambio de entrenador. Poco a poco, fue creciéndose y ganando más presencia en el área sevillista.

Los minutos pasaban y ninguno de los equipos conseguía romper la igualdad en el marcador. Tras la reanudación, en el segundo tiempo, el Granada se creció, las sensaciones eran muy buenas para las rojiblancas que trataban de tú a tú a las de Nervión. En el último tramo de partido, el conjunto nazarí llevó la voz cantante, acorralando al Sevilla en su área en los minutos finales del encuentro. En el tiempo de descuento, en el 95, Nerea Agüero tuvo el gol de la victoria en sus botas, lanzando un disparo a bocajarro, a pase de Lauri, culminando así un buen contragolpe. La portera sevillista, Esther Sullastres, sacó una mano providencial para desviar el balón de la nazarí, y acto seguido la colegiada indicaría el final del tiempo reglamentario sin dar lugar a que hubiera más.

El pase a la final se tenía que decidir en tanda de penaltis ya que, dado el formato de la competición, no cabía la prórroga. Las primeras en lanzar fueron las sevillistas. La tanda no pudo comenzar mejor para las granadinistas, con paradón de Pi. Las rojiblancas fueron lanzando sin fallar. Primero Raquel Morcillo, después Alicia Redondo y después, Nerea Agüero cumplieron y marcaron. La emoción estaba a flor de piel y las espadas en alto, llegando al culmen en el cuarto penalti para el Sevilla, que volvió a atrapar María Pi. Con un 2-3 en el luminoso, la cancerbero rojiblanca emuló a Roberto Fernández en aquella tanda de penaltis que aún está en la retina de los aficionados, y tras haber parado el penalti a la jugadora del Sevilla, cogió el balón para lanzar el cuarto de la noche. Pi se sacó un trallazo imparable para Sullastres, que como si se tratara de una especialista, lo mandó fuerte y al centro. Con este tanto, las rojiblancas apearon al Sevilla, favorito para todo el mundo y consiguieron llegar a la final de la Copa de Andalucía, que se disputará este viernes a las 19 horas, en el mismo escenario, frente al Sporting de Huelva.