El Granada encara su primer ensayo con fuego real

La declaración de intenciones del nuevo preparador en su presentación dejó alguna duda acerca de su propuesta futbolística. Pasa por tener querencia por la construcción ordenada de la jugada desde atrás, pero también subrayó que quiere un equipo «vertical». En la primera prueba se verán las nociones que quiere inculcar a sus pupilos y si realmente quiere llevar la iniciativa.

Respecto al dibujo táctico, Abascal suele emplear un 4-3-3, pero quizás la amplia nómina de delanteros le lleve a emparejar a dos puntas, como hicieron sus predecesores en el cargo: Paco López, Alexander Medina y José Ramón Sandoval.

Con Augusto Batalla, el Granada viene de una etapa con un portero sin miedo a participar en las secuencias de pases. Esta práctica se intensifica con Luca Zidane, que en los pies tiene una de sus virtudes. Este tipo de situaciones generan ventajas a veces, pero también suponen riesgos que no siempre se toleran bien, sobre todo en un equipo que está asimilando automatismos y seguridad.

Pablo Insua será la otra incorporación que se estrene. Central diestro, con personalidad con la pelota, asoma como apto para la fórmula que desea implantar este nuevo Granada. Repartirá minutos con el dúo del último ascenso, Miguel Rubio e Ignasi Miquel. Como cuarta opción, Oscar Naasei. Junto a Rodelas, fue el más destacado de un Recreativo que también perdió la categoría.

Con los canteranos, casi todas las posiciones de campo están dobladas como mínimo, pero hay una que no, en la que solo hay un jugador con esa tendencia natural: el lateral derecho. Ricard Sánchez es el teórico inquilino, pero Abascal tendrá que inventarse otro entre los disponibles.

Puede desplazar al joven Oscar, que es central, o plantear variantes con un centrocampista, con Mario González o Masllorens. En la izquierda, además de Carlos Neva tiene al recreativista Miguel Ángel Brau.

La marcha de Gumbau deja abierto el puesto de pivote de salida, del que se venía ocupando el catalán. En teoría, es el lugar idóneo para Martin Hongla. El resto de centrocampistas 'mayores', como Sergio Ruiz, Gonzalo Villar u Óscar Melendo, suelen preferir actuar como volantes. Es probable que el sustituto de Hongla sea, de momento, algún canterano.

Si explora el 4-3-3, Abascal tomará una decisión capital con sus extremos. Puede apostar por opciones con rapidez, ya sea a pie cambiado o a perfil natural. Dos fichajes de invierno, Corbeanu y Józwiak, parten con ventaja como elegidos. Les pueden reemplazar Pablo Sáenz y Sergio Rodelas, del filial. La ubicación de Melendo también es una incógnita en este sistema.

Con los regresos de Weissman y Diédhiou, más la incorporación del joven Faye desde el Recreativo, Abascal maneja una zona con abundancia en ataque, en la que ya estaban Myrto Uzuni y Lucas Boyé. Otra cosa será los que queden entre ellos cuando acabe el mercado veraniego. El israelí tiene una reválida, aunque puede abandonar el club si llega una buena oferta. Al senegalés se le busca acomodo y Faye necesita seguir creciendo en el Recreativo, que militará en 2ª RFEF.

Quizás Uzuni sea una variante para partir desde un costado, demarcación que no le es ajena. Fue en la que empezó en el Granada. Boyé es más referente, aunque por su juego parece ajustarse mejor a lo que se considera un mediapunta que un 'nueve' puro. Como ocurre con el albanés, su futuro está en entredicho.