El Granada se despide de Europa

No hay reproches para el Granada, que llega lleno de averías a este tramo de la campaña. La extenuación de algunos de sus pilares se demostró en las lesiones de Montoro y Herrera, quienes probablemente se despidan ya del ejercicio. Duro para el venezolano, quien seguramente no retornará más porque su préstamo concluye. Es el fin a este ciclo del que habrá que esperar todavía la sinopsis de los futuros capítulos. Si Diego Martínez los guioniza, al menos hay seguridad de que las cosas se harán con sensatez.

El gallego reafirmó su apuesta por Aarón bajo palos, ya con Rui Silva en el banquillo del estadio donde ejercerá de local la temporada que viene. Morbo disuelto dentro de una alineación previsible, que pronto se vio alterada por la lesión de Ángel Montoro. Le dio tiempo al valenciano a probar de lejos ante Bravo, pero sintió un picotazo en una carrera persiguiendo a Emerson. Fede Vico se dispuso en el escaparate y en sus botas llegaría una acción fenomenal en el primer acto.

Salió intenso el Granada, concentrado en los duelos, con pases profundos de los que sueltan chispas. Gonalons buscó a Yangel Herrera pero el venezolano llegó tarde. Justo tras la lesión de Montoro, en un córner, el Betis pateó varias veces seguidas hacia Aarón, pero la zaga hizo de frontón.

Eran los rojiblancos los que iban a amenazar con insistencia, aunque la primera ráfaga contra Bravo sería de fuego amigo. Bartra fue a interceptar un envío de Machís y obligó al chileno a una estirada chiclosa. Vico, al quite, tampoco pudo acomodarse bien el disparo de zurda ante el espabilado cancerbero, dispuesto a ponérselo difícil a Rui cuando aparezca por Heliópolis.

Que el Granada estaba al acecho se confirmó en una recuperación de Machís ante Guido, que enhebró un contragolpe magistral. Vico se limpió a un rival y apareció con el horizonte despejado y dos colegas pidiendo la opción de ejecutar. Se decidió por Suárez, que cargó la pierna pero se encontró con los dedos de Bravo y el poste, cuando tenía el marco a merced. Machís, en el rechazo, culminó a la red, pero partía de fuera de juego.

Los nazaríes percutían, activo Foulquier tras llevarse un melonazo en la cara. Subía y cortaba, porque estuvo providencial tras una pérdida de Gonalons que sirvió para que el Betis esprintara. Canales divisó a Joaquín, este a Emerson y el centro hacia Ruibal lo segó Foulquier.

El tono animoso, pero sin incidencia en el marcador, se quebró en una laguna defensiva visitante. Un balón a la espalda de Foulquier por parte de Miranda al que acudió al auxilio Domingos Duarte, descubriendo el centro. Ruibal se sacó un centro hacia Borja Iglesias. Germán retrocedió con la lengua fuera y se hizo gelatinoso. Permitió el control del 'panda' y un giro de peonza con disparo láser hacia el arco de Aarón. Van demasiadas en las que el honesto central gaditano pierde marcas en el corto alcance, sin encimar con su solidez natural, dando demasiada distancia, más preocupado por ocultar los brazos. Le pasó, a su manera, con Gerard Moreno o Villalibre. Tan descubierto, se sobreexpone.

El tanto dio sosiego a los locales, aunque el descanso pausó su dominio emergente. Volvió el Granada necesitado de marcar y casi lo consigue Puertas en un cabeceo que abortó Bravo, imperturbable, y de nuevo el almeriense le buscó en la continuación de un saque de falta de Vico, que seguía contribuyendo al ataque en sus intervenciones.

Si ya había perdido un 'tenor' en la primera parte, Montoro, cayó el segundo en el acto definitivo, Herrera, con la mano en el muslo, dolorido. Eteki se incrustó junto a Gonalons para paliar el vacío.

Pero cuando más intrincada parecía la batalla, Bartra decidió dispararse de nuevo en el pie. Foulquier jugó en largo y Suárez peinó hacia Puertas, que quiso filtrar el esférico. Bartra se cruzó e intentó dejárselo atrás a Bravo, demasiado manso. No contaba con la astucia de Machís, que recogió el obsequio, fintó al cancerbero y descargó con puntería.

El Granada inclinó el tablero, obsesionado con la remontada. Suárez se relamió en un intento de remate que taponó Víctor Ruiz. Diego quemó la última ventana de cambios para oxigenar la defensa con Víctor Díaz y Nehuén, lanzando a Jorge Molina a la vanguardia por Vico, al que el técnico le argumentó el relevo. Los rojiblancos dejaron tres centrales para alargar las bandas y dejar dos referencias en el rancho de Bravo.

Contestó el Betis con un chut de Iglesias que repelió Aarón ante unos rojiblancos que engrasaban aún el cambio de sistema. Guido también intentó descomponer al de los guantes. En el córner seguido, de nuevo Guido trató de lanzar, la escupió el valenciano bajo palos y terminó rebotando en Gonalons, con trayectoria hacia la tragona. Aarón la blocó y Soto Grado dictaminó que era cesión ante el estupor rojiblanco. No pareció nada intencionado por parte del francés.

En la estrategia, prácticamente de fútbol sala, con todo el Granada encajado sobre la línea, engatusó el Betis con Canales, erró Iglesias de primeras contra la atalaya rojiblanca, pero no en la segunda intentona, hallando un hueco por arriba con el que completó su doblete y selló el pasaporte de su equipo a Europa, en un intercambio de papeles con los rojiblancos. A los de Diego Martínez les queda una conclusión para escalar en la tabla clasificatoria, ahora justo en su mitad, y para ejercer de juez de la Liga para el Madrid, y quizás del descenso para Alavés y Getafe.