El Granada derrota a un 'Primera' y se cita con otro en la Copa

Ambos equipos lucieron las esperadas y lógicas rotaciones coperas, con Sandra relevando a Andrea Romero bajo palos, Alba volviendo al equipo para fijar el flanco derecho con Cristina Moreno e Inés Faddi haciendo de ancla. Volvió Lamesa a colocar a Lauri en la banda, y fueron Noe y Ángeles las que ocuparon el frente ofensivo rojiblanco. Del cuadro local cabe destacar la titularidad finalmente de la exnazarí María Pi en portería, así como la presencia de Mari Paz Vilas en el 'once'.

El primer tiempo fue igualadísimo y tuvo dos caras. En la primera dominó sorprendentemente el Granada, muy bien situado en el campo y con peligro al contragolpe gracias a lo mucho que estiraron Ángeles y Laura Pérez al equipo y las buenas conducciones de Alicia. Fue Ángeles la que tuvo la primera ocasión a balón parado. Precisamente fue Alicia quien sirvió un córner templado a media altura y Ángeles no pudo rematarlo limpio. La sacó una zaguera antes de que llegara a portería. Siguió probando fortuna el Granada, con un disparo de Alicia que paró Pi.

Pasados los primeros minutos, un sorprendido Levante empezó a cogerle el pulso al partido, buscando las espaldas de Gaste y Carrasco con balones largos para Mari Paz Vila. Se mantuvo firme la zaga, que apenas dejó acercarse a la internacional española. La intensidad de inicio fue haciendo mella en las horizontales y el cuadro local metió una marcha más para volcar el campo hacia la portería de Sandra. Para su mala suerte, solo pudieron crear algo de peligro a balón parado. Un remate de cabeza desviado de Gantxegi fue la mejor para las catalanas.

Salió con mucha ambición el Levante del descanso, con Rita e Irina en la zona de ataque para revolucionar el duelo y empezar a generar combinaciones en la frontal del área de Sandra. El Granada, muy replegado, y lo intentaba al contragolpe, como en el 53, cuando un saque de Sandra lo ganó de cabeza Ángeles. El balón quedó botando en la frontal y Laura Pérez no se lo pensó. Pilló mal colocada a María Pi y su volea no entró por muy poco. Llegaron los mejores minutos del Granada, que monopolizó las mejores ocasiones del partido en apenas un cuarto de hora. La primera fue de Noe tras un centro de Inés que Ángeles ganó de cabeza y dejó de cara a la mediocentro, que remató flojo pero a la misma escuadra. Voló María Pi para hacer un paradón.

El partido se rompió, quizá con menos intensidad que en el primer tiempo y por eso con más espacios en el campo, convirtiéndose en un correcalles. Poco después de la parada de Pi, tuvo que ser Sandra la que se estirara a ras de césped para detener un disparo muy cruzado de Pilar Garrote. Le tocaba de nuevo al Granada y Laura Pérez, en el único renuncio de Nuria, quien tuvo dos ocasiones clarísimas. Se fue escorando para sacar dos disparos secos muy característicos de la '7'. El primero se lo atrapó María Pi. Apenas un minuto después fue la madera de la misma escuadra la que le negó el gol.

Lamesa, que vio el momento de debilidad local, puso toda la carne en el asador y sacó del banquillo a las dos jugadoras que se había guardado como revulsivo. La entrada de Mascaró y Naima fue toda una declaración de intenciones por parte de un Granada que merecía ir ya por delante en el marcador. Y lo consiguió con polémica, por medio de un penalti que no existió. Fue tras un centro de Gaste despejado por la defensa local. El balón quedó botando en el centro y Pilar recepcionó con el pecho, pero un gesto extraño de su brazo llevó a la colegiada a pitar penalti. No hay VAR y Naima no perdonó la situación desde los once metros.

Al Levante no le quedó otra que atacar sin reservas, asediando y dejando espacios atrás. Sandra le sacó con los pies un remate muy franco a Mari Paz Vilas para mantener el 0-1 en el 80, pero los diez minutos que restaban prometían sufrimiento y Lamesa lo interpretó reforzando la defensa con Postigo y Pamela.

El Granada supo matar el encuentro con interrupciones, tirando de madurez y oficio para que el Levante apenas pudiera llegar a Sandra, aunque tuvieron que agradecer al cielo que Pilar Garrote no tuviese el día. La mediocentro, protagonista por el penalti, tuvo el empate más claro en sus botas, tras una jugada ensayada que Inés no logró despejar y dejó el balón rasito en el área pequeña y con Sandra batida. Con tanta furia quiso rematar que la mandó por encima del larguero. Un toque de suerte que no oculta el trabajo de las rojiblancas, que demostraron de nuevo una capacidad de sacrificio inagotable y que tienen el nivel técnico y táctico de un equipo de Primera.