El Granada, en cuidados intensivos
Los rojiblancos encajan su quinta derrota seguida, goleados por un Villarreal al que comprometen tras el descanso pero sin efectividad, hundidos después
Rafael Lamelas
GRANADA
Sábado, 19 de febrero 2022, 16:20
El Granada no es un enfermo terminal, pero necesita cuidados intensivos. Profundizó en su desdicha en un partido catastrófico en su primera parte, en la ... que sufrió la lesión de Gonalons y dos goles. La segunda mitad resultó conmovedora a ratos, con unos rojiblancos desatados en busca de la remontada, enfebrecida la grada. Entonces, fallaron con la espada en la suerte de matar. Hasta tres pulsos directos con Asenjo se marcharon al limbo, demasiado ante todo un Villarreal. Desde el punto de penalti se adelantaron los amarillos y desde el mismo lugar recortaron distancias los locales. En empatar estaban cuando Torrente, que había provocado el golpe de castigo, hizo una mano que dio paso al 1-3 y el fin de todo suspense. El Granada ya se atolondró y algunos volvieron a entonar el «Robert, vete ya», con minutos pendientes. Pero al final, al menos, la ira se aplacó y sí hubo algún aplauso al esfuerzo del equipo. En números, cinco derrotas seguidas y un cuadro clínico muy preocupante. El Cádiz, el día de Andalucía.
Ni con los nuevos ni con los de siempre. El Granada se ha convertido en un conjunto achacoso y vulnerable, una vez veces por errores a los que les fuerzan los rivales y otras por pifias groseras. Moreno no da con la tecla, el tiempo apremia y la suerte también es esquiva en ocasiones. El técnico investiga soluciones, pero hay un mal de fondo que no logra erradicar. Se la jugó sin fichajes, alteró varias veces el dibujo, pero tampoco le salió bien. Quizás no sea pasar de un lado a sus antípodas, sino de mezclar bien, con un plan que no se rompa por un mero relevo forzado como el de Gonalons.
Granada
Maximiano; Quini (Raúl Torrente, m. 46), Víctor Díaz Germán, Carlos Neva (Soro, m. 87); Gonalons (Uzuni, m 13), Milla, Montoro (Petrovic, m. 74); Puertas, Luis Suárez y Jorge Molina (Álex Collado, m. 87).
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Villarreal
Asenjo; Aurier (Foyth, m. 62), Mandi, Pau Torres, Estupiñán (Pedraza, m. 62); Parejo, Iborra, Trigueros (Moi Gómez, m. 82); Yéremi Pino (Chukwueze, m. 62), Lo Celso (Alberto Moreno, m. 69) y Danjuma.
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GOLES: 0-1, m. 35: Danjuma, de penalti; 0-2, m. 39: Danjuma; 1-2, m. 61: Milla, de penalti; 1-3, m. 81: Danjuma, de penalti; 1-4, m. 96: Moi Gómez.
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ÁRBITRO: Gil Manzano (comité extremeño). Amonestó a los locales Uzuni (m. 29; tras corrección del VAR, ya que primero fue roja), Germán (m. 31) y Torrente (m. 80); y a los visitantes Danjuma (m. 33), Estupiñán (m. 45+4), Aurier (m. 61), Chukwueze (m. 68), Asenjo (m. 75) e Iborra (m. 92).
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INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 25 de LaLiga Santander, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante 13.389 espectadores.
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OBSERVACIONES: Minuto de silencio por el fallecido Manuel Sánchez, padre de Germán. Los jugadores del Villarreal saltaron con camisetas con el mensaje 'Força, José Manuel', como apoyo al vicepresidente del club, José Manuel Llaneza, enfermo de leucemia.
El entrenador pretendió variar el rumbo con diez jugadores de la pasada temporada. Los cinco capitanes al tiempo, una media de edad de 30 años. La nostalgia por la vieja guardia, futbolistas comprometidos pero lejos de su mejor versión.
El plus de identidad se percibió en los primeros compases, con una agresividad manifiesta en las disputas. Los rojiblancos se arropaban mejor en el centro del campo con el 4-3-3, entonando los tres 'tenores'. El Granada iba a la refriega con fuerza ante un Villarreal bien ubicado y con centellas arriba.
Los locales lo intentaron de lejos y de lejísimos, como en un lanzamiento de Montoro al divisar a Asenjo adelantado. No había señales en ataque, algo que sí provocaba por las bandas el contrincante, con envíos que generaban el desconcierto, descoordinada la zaga a pesar de que sus integrantes se conocen desde hace años. Danjuma perforaba a la carrera y Yéremi y Aurier manifestaban cierta superioridad por su banda, ante la falta de auxilio de Suárez a Neva.
Mientras todo se asentaba, ocurrió el primer percance. Gonalons, soldado lleno de magulladuras, se lesionó y pidió el cambio. Robert Moreno mandó calentar a Isma Ruiz, lo que habría sido un relevo natural, pero al final se decantó por Uzuni, que se preparó a toda prisa. El Granada roló al 4-4-2 y cualquier debate desapareció. Los amarillos clavaron su bandera y barrieron del campo a los locales hasta el descanso.
El albanés es potencia sin control. Es un cuerpo extraño en un equipo en mala deriva, bueno en el desmarque pero errado en los últimos metros, torpe en el penalti que comprometió a los suyos. Atrás, Germán estaba con un punto de emotividad por los acontecimientos personales recientes y marró en un pase a su portero que no exprimieron los visitantes porque Maximiano estuvo con cinco sentidos. El gaditano supo salir del trance.
En esas estaban cuando el Villarreal cabalgó sobre el área del portugués y Uzuni tocó a Manu Trigueros cuando se disponía a concluir. Pena máxima que Gil Manzano convirtió en roja para el albanés. Se montó un guirigay, con muchas protestas y llamada a consulta en la pantalla para el extremeño, que finalmente corrigió la expulsión por una leve amarilla, pero no el castigo desde los once metros. Danjuma lo ajustó.
La temperatura ambiental se puso como el infierno, pero ni el desfogue del respetable contra el colegiado llevó en volandas a los suyos. Reclamaron un posible roce en el brazo de Pau Torres en el sector de Asenjo que no fue considerado. El Villarreal seguía a lo suyo, resolviendo todo de forma funcionarial. De un envío larguísimo de su portero nació el segundo. Quini y Neva acudieron a rechazar y el cordobés se llevó puesto a su compañero en vez de al esférico. La bola quedó suelta para Danjuma, que con calma serpenteó hasta irse de Maximiano y batirlo.
El equipo quedó a merced de las olas y no se llevó otro directo en el mentón antes del descanso porque al Villarreal se le quedó romo el filo. Lo del Granada era calamitoso, inocuo hasta en faltas de la frontal. Tocaba un volantazo inmediato al descanso. Moreno se decantó por la defensa de tres centrales, con la inclusión de Torrente por Quini, dejando la derecha entera para Puertas. Un centro del almeriense empezó una acción que terminó en la red amarilla, con Molina, en fuera de juego milimétrico, cediendo atrás para que Suárez apuntillara. De inmediato, Uzuni encontró una ventana hacia la redención en una escapada en la que se cegó cuando Molina estaba solo a su vera para el remache.
Maximiano tuvo que agigantarse para impedir el primer aviso de 'hat trick' de Danjuma. Parada buenísima, pero no excelsa como la que le hizo Asenjo a Suárez acto seguido en una confrontación mano a mano que sacó el arquero con los pies.
Había fiebre por la remontada y el Granada inició una carga desatada. Hasta Torrente se animó en un balón que se esfumaba y Aurier le puso los tacos a mala altura. Era penalti de libro, pero Gil Manzano tuvo que revisarlo para creérselo. Milla recortó diferencias desde el punto fatídico.
Los Cármenes se transformó en un manicomio. Situaciones disparatadas como un nuevo pulso individual de Uzuni, en el que esta vez sí quiso ser generoso, pero le entregó fatal el balón a Suárez. O como en un lanzamiento de Puertas a quemarropa que dio en el cuerpo de Mandi.
Torrente tuvo el empate en la cabeza, ya con Petrovic en el campo. También Germán, con exhibición de Asenjo una vez más. En pleno toma y daca, otro penalti por mano de Torrente en un chut de Chukwueze. Danjuma pudo completar su triplete y devolver a la lona a los rojiblancos. El Villarreal hasta consolidó su victoria en la prolongación. La hinchada, al menos, agradeció a los suyos el esfuerzo en pos de la reacción. La clasificación dictaminará la profundidad de esta crisis. Están hundidos en una sima.
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