«El Granada es un bloque luchador y comprometido, que es lo que me gusta»
El magistrado del juzgado de menores saca su vena deportiva para hablar del partido de hoy y del fútbol en general
Rafael Lamelas
GRANADA
Lunes, 13 de julio 2020, 01:17
La pasión futbolera del juez de menores Emilio Calatayud se descubre al entrar a su despacho y contemplar un escudo del Real Madrid en una ... de las paredes. Reconoce su pasión merengue, aunque sólo reniega de ella para alentar al Granada –«que es el que nos da de comer, dependemos todos del equipo»–. De hecho, antes de que se le indique la idea para el posado de la foto, no duda en retirarse el polo blanco que luce y vestirse a prisa con la indumentaria rojiblanca, aunque procurando que no se vea la publicidad de la casa de apuestas que luce en el pecho –«que es algo que no me gusta»–.
«Ya no me irrito tanto con el fútbol. No soy de verlo en el campo, sino en el bar, montando tertulia, rajando del árbitro si es necesario», suelta socarrón. Sigue a este actual Granada con felicidad. «Este chaval –Diego Martínez– ha montado un equipazo. Es un bloque luchador y comprometido, que es lo que me gusta», certifica. «Hasta que llegó el 'bicho', se estaba saliendo», subraya, aunque ahora ha cogido el hilo y se lanza a por el desafío de jugar en Europa. Para Calatayud, los valores de implicación y compañerismo de esta escuadra son ejemplarizantes. También para los menores, tan influenciados por los cracks del balón. «El único problema sería que se hicieran 'estrellas' y dejaran de ser tan trabajadores. A día de hoy, son humildes y constantes. Unos amigos que se dejan la piel», agrega.
Los piropos hacia el entrenador continúan durante la conversación, mientras esta gira a la banalización del deporte convertido en un lucrativo negocio. «Me da pena; hay muchos futbolistas que no están para hablar. Ellos son referentes para jóvenes y muchas veces no es lo mejor. A veces, algunos se comportan como niñatos con pasta», asume.
Por el juzgado de menores número 1 de Granada pasan muchachos en los que se aprecia la influencia del fútbol, con peinados estrafalarios, tatuajes por doquier o la camiseta por la que sienten devoción, «y no los distingues de cualquiera de los que juegan». «Dinero y poder lo corrompen todo y hay que tener cuidado», añade.
Ante sus ojos han aparecido promesas seguidas por grandes clubes que acaban como juguetes rotos por malas decisiones, pero también otros que salen de la marginalidad gracias a este deporte, «como un chaval que entrena a niños en un barrio; esto le salvó de un futuro peor».
La formación puede cambiar el destino de cualquiera y es crítico cuando las familias centran todo en que los pequeños sean el nuevo Messi y olvidan la faceta educativa. «Tiene que dar tiempo a todo porque, si llegan, se tendrán que enfrentar a los problemas que existen al gestionar la fama. También está la frustración del que no llega. Hay que aprender que puede ocurrir, que es un buen complemento para todos, pero que puede acabar en un circo», afronta.
Toca inquirirle por su parecer respecto al partido de hoy. Presenta serias dudas. «Uno quiere estar en la Europa League y el otro, el título. Hay que tener cuidado porque participar en esas competiciones puede ser peligroso para los modestos, como le ha pasado al Espanyol», observa. «Sí me gustaría que los dos consiguieran su objetivo, aunque el principal del Granada, la salvación, ya está hecho», objeta.
Lo que sí pide es que no haya «movidas» en las calles en caso de que haya algo que celebrar, debido a la pandemia. «Ha sido una pena vivir esto sin público», se resigna. Esta noche, con otros parroquianos, en una barra, con la mascarilla, conocerá el 'fallo'. Esta sentencia no la dicta él.
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