'Grabarra'
El Órsay ·
He elegido redactar con mesura y temple, sin urgencia, que es lo que se merecen este Equipo y esta AficiónMANUEL LÓPEZ SAMPALO
Viernes, 6 de marzo 2020, 02:11
No he querido someter mi letra al capricho del paroxismo; escribir desde la frustración y el lamento hiperbólico en caso de derrota, o desde la ... euforia en el de victoria. He elegido redactar con mesura y temple, sin urgencia, que es lo que se merecen este Equipo y esta Afición. Opté por resolver en los minutos reglamentarios antes que jugármela en la ruleta rusa de los penales. Traté de escribir antes del partido dos columnas, como hacía Umbral, una a favor y otra en contra; una por si hemos pasamos a la final –no pudo ser– y otra por si orillamos en 'semis'.
Pero ambas en su esencia dicen lo mismo, convergen, se abrazan. En el supuesto de que le hayamos colocado el cascabel al león me estarán leyendo resacosos, felices y afónicos –lamentablemente no–. Si en cambio es el felino quien nos ha devorado, lo probable es que ni me lean y, si lo hacen, será buscando consuelo o un porqué. Cuando ambos sentimientos cortoplacistas se vayan atenuando coincidirán en un regusto de orgullo.
Bendiciones a Adrián Ramos –contigo empezó todo–, que, aunque no esté ya, sin él no estaríamos. Remember Hospitalet. Gràcies, en mayúscula, a Soldado, nuestro Pau Gasol en el Mundial de 2006: Tamaraceite, Badajoz, ¡Valencia! Grasia a Carlos Fernández y a Puertas; fundamentales en este camino de caucho y rosas. Merci, Monsieur Gonalons. Teşekkür ederim, que no se me olvide, a Köybasi –algún día escribiré su nombre sin ayuda de Google– y al vendaval badalonés. Gracias a los Martínez, Aarón, Vallejo, Eteki, Machís, Azeez, Víctor, Rui, Foulquier, Neva, Herrera, Vico, Germán, Montoro, Gil, Antoñín, los del Recre… y hasta a Neyder, panita. Moitas grazias a Diego Martínez y su cuadrilla. «Me quito el cráneo», míster. Xièxiè nì para John Jiang: detallazo el de repartir 21 mil mascarillas. Y gracias a la afición. A aquellos 300 que fueron a Bilbao. La que habéis montado, la que hemos montado.
En fin, el fútbol, la vida comprimida en 90 minutos.
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