Granada CF

El gol, un bien preciado en Segunda

El ganador de este título fue un exnazarí, Luis Javier Suárez, con 27 dianas. Destacar en la finalización en esta categoría suele servir para sellar el pasaporte de cara a salir de ella. De hecho, el futbolista colombiano ya suena para recalar en el Sporting de Portugal en caso de que el conjunto lisboeta venda a su máxima estrella, el sueco Viktor Gyökeres. El club de Luis Suárez, la UD Almería, ya se dispone para un pulso frenético en el que ansía sacar como poco 25 millones de euros, una cifra mareante para la Segunda división, que le daría solvencia al cuadro indálico para reconstruirse tras sufrir el mismo varapalo que el Granada y no recuperar la Primera división. Además, el Almería ya previno la posible marcha de Suárez con un delantero que ha brillado en la categoría, Patrick Soko, autor de trece tantos, que llega libre, aunque con un sueldo importante.

Bajando en el ránking de artilleros, aparece Panichelli, con 21 goles. Cedido en el Mirandés por el Alavés, el equipo vitoriano espera hacer caja por el argentino. El Estrasburgo le ha ofrecido 15 millones, pero se mantiene firme y demanda los 20 de su cláusula de rescisión.

El tercero ha sido un extremo diestro, Andrés Martín, del Racing, el mejor también en el capítulo de asistencias. Una excelente inversión de los cántabros, pues pagaron dos millones al Rayo por él. Ahora, tiene mercado, pero el nuevo director deportivo de los santanderinos, Chema Aragón, parece seguro de que su club no lo malvenderá.

Urko Izeta, con 15 dianas, se repartió con Panichelli el peso del ataque en el Mirandés. Cedido por el Athletic, los vascos acaban de activar una opción de renovación y hará la pretemporada con el primer equipo rojiblanco. Si convence a Ernesto Valverde, se quedará, pero si no, se puede abrir la oportunidad para conjuntos como el Granada.

Entre los destacados, también está otro extremo, Yeremay (15), recién renovado por el Deportivo; Alemao (14), del Oviedo, cedido hasta diciembre por el Internacional de Porto Alegre, pero con opción de compra por parte del grupo Pachuca, dueño del conjunto carbayón; y Arana (13), del Racing, también está cotizado. Costó 1,5 millones. El veterano Otero (12) parece destinado a seguir en el Sporting, mientras que Raúl Sánchez (12) dejó el Castellón para irse al Necaxa.

El mercado de delanteros jóvenes en la categoría anda agitado. El Leganés se ha quedado con Álex Millán, que empezó a brillar en el descendido Cartagena. El canterano del Villarreal Jorge Pascual también interesa a muchos equipos tras su paso por el Eibar. Entre ellos, ha preguntado el Granada, pero no es una opción prioritaria. Antonio Casas dejará el Córdoba y tiene pie y medio en el campeonato chino.

El Granada, por ahora, presenta a tres puntas en su plantilla, Stoichkov, Lucas Boyé y Shon Weissman, aunque los dos últimos están en situación incierta.

Quien parece tener clara su continuidad es el gaditano de 31 años, aunque estos meses como rojiblanco, desde su llegada en enero por 2,5 millones desde el Alavés, hayan sido aciagos, consiguiendo solo un gol. Lo normal es que quiera resarcirse porque resulta complicado pensar en un nuevo traspaso debido a que su cotización se ha depreciado. Bajo los designios de Pacheta, que en sus partidos no ha actuado con dos puntas, es probable que parta de la izquierda, aunque la pretemporada definirá su ubicación táctica.

En cuanto Boyé y Weissman, son asuntos diferentes. Boyé, con su decena de tantos y un trabajo encomiable, ha sido relacionado con algunos equipos de Primera de la parte baja, pero una de las cuestiones que disuade a cualquier interesado es su alto precio. El Granada pagó seis millones al Elche por el 70% de su pase. A sus 29 años, no parece sencillo que siga como nazarí, pero su porvenir tiene pinta de culebrón.

Mientras que Boyé, llegado al límite, sí contaría en lo deportivo, a quien sí se le ha animado a cambiar de aires es a Shon Weissman. Solo hizo dos tantos en un ejercicio que arrancó con confianza por parte de Guille Abascal, pero sin encontrar después la continuidad. Fran Escribá le fue dejando de lado, mientras que Pacheta sí le prefirió como revulsivo, pero sin obtener un rendimiento acorde. Entra en su última temporada, por lo que la amortización de los tres millones de euros que costó ya se reduce a uno. Su caso, un verano más, será una patata caliente.