Monchu no se engancha
LA CONTRACRÓNICA ·
El discutido medio balear vuelve a la alineación titular junto a Luis Milla y Ángel Montoro, los tres únicos centrocampistas disponibles para Robert Moreno, pero su aportación acaba siendo irrelevante y termina sustituido tras el penalti falladoAún era verano y Monchu Rodríguez apuntaba a convertirse en el ojito derecho de Robert Moreno en un Granada muy distinto al de Diego Martínez, ... que prometía vino y rosas y un juego atractivo con el balón con cierta impronta de La Masía. Tuvo un estreno fulgurante en pretemporada frente al Bournemouth junto a Luis Milla y parecía un indicativo de un nuevo devenir en la deriva rojiblanca. Nada más lejos de la realidad, y como los propios planes por entonces de Robert Moreno, está siendo aplastado por la realidad competitiva de Primera división, esa en la que debutó con ilusión y dos sombreros en el Estadio de la Cerámica. Frente al Getafe volvió a la titularidad cinco partidos después, pero su aportación volvió a ser irrelevante.
No fue el partido que Robert Moreno había imaginado. Satisfecho con la mayor protección defensiva de los suyos en los últimos encuentros bajo un plan más pragmático, el entrenador entendió que el Granada debía proponer algo más con balón ante los azulones para ganar el partido. Las bajas de Maxime Gonalons, Yan Eteki e Isma Ruiz no le disuadieron a la hora de apostar de inicio por Luis Milla, Ángel Montoro y Monchu Rodríguez, los tres únicos centrocampistas que le quedaban disponibles. Monchu, discutido y cada vez menos protagonista, afrontaba una oportunidad para recuperar su crédito. Sin embargo, volvió a tener una incidencia ínfima en el juego y, ante la frustración por el resultado, Robert Moreno pasó de los tres centrocampistas a los tres delanteros, con Jorge Molina y Carlos Bacca en ataque.
Pareja de Luis Milla en el doble pivote, Monchu Rodríguez trató de aportar el vigor que la posición le requería con algo más de intensidad en las pugnas y atención en las coberturas a los laterales, aunque aún confunde esta agresividad con la comisión de faltas absurdas. Fue quien asumió el papel de pivote entre Víctor Díaz y Luis Abram para iniciar una salida de balón aseada, más próxima a lo que el entrenador trabajaba en pretemporada que a lo que luego se resignó. No obstante, el balear no quiso complicarse la vida y apostó casi siempre por el pase horizontal, sin atravesar ninguna línea enemiga.
Tampoco le ayudaron sus compañeros, que no daban demasiadas opciones. El equipo presentó bastante inmovilismo en sus piezas durante gran parte del partido, lo que obligó a que Ángel Montoro retrasase su posición de segundo punta en la que tanto parece gustar a Robert Moreno. Todos fueron incapaces de detectar los movimientos de Luis Suárez, único ariete de inicio, quien parece que hable en un idioma distinto desde hace ya varias semanas. El '14' tuvo dos oportunidades casi consecutivas desde el balcón del área en la primera parte, pero tuvo la misma nula precisión que el colombiano luego desde el punto de penalti.
Muy lejos de los galones que ya asume con naturalidad Luis Milla, quien parece criado a la vera de los Víctor Díaz, Germán Sánchez, Ángel Montoro y compañía, Monchu Rodríguez terminó siendo prescindible en la recta final del partido, después del penalti de Suárez que el propio balear jaleó al señalarse, uno de los primeros que lo reclamó a Cordero Vega. Robert Moreno mandó a Rubén Rochina a la medular y decidió cargar con todo. De hecho, estuvo a punto de mandar al área a Germán Sánchez o Raúl Torrente, a lo Alexanco.
Monchu Rodríguez vivió los últimos minutos con nerviosismo desde el banquillo, de pie y abrigado como el resto de los sustituidos. Encadenó otro partido más en el que tampoco pudo aportar a su equipo lo que de él se esperaba. El verano queda ya muy lejos.
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