Germán corta la racha de derrotas y eleva la autoestima del Granada

Salió muy metido en el partido el equipo del 'Cholo' Simeone. En apenas dos minutos Vitolo protagonizó una peligrosa internada que la zaga local despejó a córner lo mejor que pudo y en el saque de esquina Morata cabeceó bien en el primer palo, pero Rui Silva estaba muy atento y le fastidió la celebración con una buena parada.

El conjunto colchonero dominaba. El Granada, pese a alinear en la media a dos jugadores que manejan bien el balón como Gonalons y Montoro, veía como su rival tenía mayor posesión, ejecutaba transiciones más rápidas y ante ese escenario y el indiscutible peligro de todos los futbolistas alineados en el bando contrario no tuvo más remedio que extremar precauciones en defensa.

Después de muchos minutos de 'cerocerismo' sin acercamientos peligrosos, los granadinos encontraron una grieta en la muralla atlética por la que penetrar y casi logran adelantarse en el marcador. Era el minuto 29 de partido cuando un genial centro de Víctor Díaz desde el costado diestro fue pinchado en el área por Roberto Soldado y éste logró orientar el esférico hacia la banda izquierda, por donde entraba Puertas, que cruzó bien el balón pero se encontró con el gigante cuerpo de Jan Oblak.

Ni los de Diego Martínez ni los de Diego Pablo Simeone se sentían saciados con el cero a cero, por lo que el encuentro se convirtió en un correcalles en el que Vitolo estuvo cerca de conseguir el 0-1 en una acción en la que Rui Silva se hizo enorme echandosele encima y tapándole cualquier opción de tiro.

La segunda parte comenzó con más calma y también con más acierto por parte de los pupilos del 'Cholo', que se adelantaron al aprovechar su primera ocasión de gol tras el intermedio. Héctor Herrera filtró un gran pase desde el balcón del área para Lodi, que se quedó solo ante Rui Silva y lo batió por bajo (0-1). Para entonces la plantilla y la afición del Granada ya estaba descontenta con la actuación del trencilla Medié Jiménez, aunque en los siguientes minutos su malestar fue en aumento. Una discutible falta junto al centro del campo fue protestada por Diego Martínez y el colegiado catalán corrió al banquillo para expulsar al técnico rojiblanco con roja directa.

Los hechos parecían conducir al desastre al equipo granadino pero Germán apareció con todo en un saque de esquina para subir de cabeza el 1-1 al marcador y, con su carácter ganador, contagiar a todo el estadio de que la remontada era posible. Esa nueva vida para el Granada pudo quedar en nada si Morata hubiese gozado de mayor puntería en un cabezazo en el área -tan solo un minuto después del gol del empate- que se le marchó alto. No fue el mejor día del 'nueve' de la selección española, que tampoco aprovechó un remate a bocajarro tras un centro de Lodi, que acabó mandando por encima del larguero. El Atlético no quiso renunciar al gol de la victoria y el Granada lo siguió intentando a la contra.

El 'thriller' concluyó con dominio visitante y una nueva ocasión para los de Simeone: un cabezazo de Felipe que Rui Silva terminó despejando a córner con ayuda del larguero (m.88). A partir de ahí, tensión, interrupciones y despejes que se celebraban a lo grande por parte de la parroquia local. El sufrido empate ante el Atleti rompe la racha andaluza de tres derrotas consecutivas y ayuda a los de Diego Martínez a encarar con mayor optimismo su siguiente salida al Nuevo San Mamés.