Gastón Silva y Andrés Fernández vuelven con muy distinto recuerdo
El portero murciano y el defensa charrúa vivieron etapas opuestas a la de Rico en Granada; Yangel se reencuentra con el Huesca, donde debutó
Fran Rodríguez
Granada
Sábado, 5 de diciembre 2020, 01:07
Tras los casos de Orellana y Nolito, que cumplieron con la 'ley del ex' para evitar la victoria del Granada, los rojiblancos se topan este ... domingo con tres viejos conocidos que han dejado un recuerdo muy distinto en Granada. Por un lado Mikel Rico, uno de los referentes de aquel equipo que ascendió a Primera y se mantuvo varios años en la élite cimentando un gran centro del campo.
Si uno subió a los cielos como rojiblanco, del paso del otro se tiene más bien la concepción de un descenso más que merecido. Se trata del charrúa Gastón Silva, firmado en verano de 2016 como una cesión del Torino. El uruguayo, capaz de jugar en el perfil zurdo de la zaga como central y lateral, jugó 23 compromisos con aquel Granada que perdió la categoría tras un inicio desolador con Paco Jémez. Empezó jugando con asiduidad, hasta que una lesión en el muslo le apartó de un equipo que ya parecía desahuciado al final de la primera vuelta.
El principio de la segunda coincidió con su periodo de mayor presencia en el once. Sin lograr frenar la sangría de goles, el uruguayo siempre dejó la sensación de irregularidad y blandura atrás, muy alejado del tópico charrúa. De hecho, en una temporada en la que al Granada le llegaban demasiado solo vio seis amarillas. Su paso por el club, como el de todos los que estuvieron aquel año en Los Cármenes, queda como el de un jugador que no estaba a la altura del reto de la permanencia. Ahora en el Huesca, Silva ha jugado tres ratitos: 44 minutos en tres encuentros.
Entre la gloria de Rico y el destierro emocional de Silva, se encuentra el tercer ex. A medio camino, pero más próximo por rendimiento al vasco. Andrés Fernández, que ahora guarda la portería oscense, llegó en la temporada 2015/2016 a Granada, cedido por el Oporto. Fue el meta de un equipo al que le costó salvarse, pero que dejó buenos momentos. La afición le acogió con cariño, casi con la esperanza de que su pasado en Osasuna y sus enormes reflejos le hicieran calar hondo como su admirado Roberto Fernández. Jugó 37 encuentros en Liga, todos menos uno por cumplir sanción por ver la quinta amarilla. Provocó una irónica estampa, cuando fue expulsado ante el Betis y Biraghi se puso bajo palos. La roja, injusta, le fue retirada días después.
Sin tiempo en Huesca
También los oscenses tienen un ex en Granada. Se trata de Yangel Herrera, a quien recurrieron en el mercado de enero de 2019. En una sola vuelta, el venezolano apenas pudo dejar huella, si bien se hizo rápido con la titularidad y se metió en el bolsillo a El Alcoraz por su intensidad y polivalencia (llegó a jugar como lateral diestro y central). No pudo evitar el descenso, pero todos apuntaron que sería un crack mundial por su golpeo y su enorme actitud para con la profesión. El primero que se deshizo en elogios con el 'vinotinto' fue Francisco Rodríguez, su entrenador. Allí aprendió el 'Sin Reblar' que luego potenció con la 'Eterna Lucha'.
No fue Herrera el único rojiblanco que pasó por El Alcoraz. De hecho, tampoco el único rojiblanco venezolano. Su compatriota Darwin Machís también vistió la elástica del Huesca cuando los oscenses militaban en Segunda. Era la campaña 2015-16 cuando el 'cohete' de Tucupita sumó un año cedido en las filas azulgranas, ya que no contaba con hueco en el Granada.Fue uno de sus mejores años, jugando 40 encuentros y llegando a las dos cifras anotadoras con 10 goles y seis asistencias. El equipo, aún así, firmó un discreto duodécimo puesto.
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