En fútbol 'vale tudo'

Cualquier cosa vale porque todo vale lo mismo, y así nada tiene importancia. Como para Salva Ballesta, que cuando fichó como entrenador del Atlético Malagueño dijo que sus referencias eran Paco Jémez y Diego Pablo Simeone, una cosa y su contraria. Yo diré que las mías son Mahatma Gandhi y Osama Bin Laden, el Trinche Carlovich y Donald Trump, Kim Jong-un y Pepe Mujica. El primero por invitarnos a renunciar a la medicina, el segundo por seguir de vacaciones en Dubái, el tercero por haber vivido del fútbol, el cuarto por el amor que siente hacia los estadounidenses, el quinto por su cara de bueno y el sexto por haber salido en programas televisivos de Jordi Évole. Es decir, los admiro por lo que no son. Da igual lo que digan y da igual lo que hagan, da igual quiénes sean. Hemos llegado a un punto donde no importan las ideas futbolísticas ni el juego de los equipos para determinar el valor de un entrenador.

Todo esta tan distorsionado y revuelto que no se puede esperar que el juego vuelva a ser el de antes. Dante Panzeri decía que había que «propender a los ejemplos por emular, no a los éxitos por imitar. Los éxitos pueden no entrañar un ejemplo. Y el hombre, por su misma naturaleza ya se encarga de perseguir el éxito, no así el ejemplo. El vedetismo es fruto del periodismo, no de las vedettes». Y es que en fútbol vale todo, en fútbol 'vale tudo'.