Un Femenino orgulloso no obra el milagro y se despide de la Copa

El marcador adverso obtenido en Los Cármenes en el duelo de ida la semana pasada aportó un gen quijotesco a la machada que afrontó el Granada en el feudo colchonero. Situado a las afueras de la ciudad natal de Miguel de Cervantes, las futbolistas de Arturo Ruiz se lanzaron a batir a auténticas gigantes desde el primer minuto. Las locales, más habituadas a estas citas de postín, resultaron ser en realidad molinos de viento.

El reto de alcanzar la final del torneo del 'KO' era una proeza. El Atlético planteó un segundo encuentro similar al primero. El orden entre líneas de las jugadoras de Víctor Martín dejó pocos huecos al ataque rojiblanco, que recuperó por fin a la tocada Edna Imade. La nigeriana peleó contra las centrales Xènia y Lauren, muy seguras en el cuerpo a cuerpo.

El Granada salió en tromba, conocedor de su necesidad goleadora. Alexia protagonizó la primera llegada visitante tras doblar a Ornella. La madrileña –y colchonera, pues permanece cedida como nazarí– colgó el balón a la olla, pero Lauri no pudo adelantarse en el mar de cabezas locales. No iba a ser coser y cantar, pues en la siguiente jugada Gio recibió completamente delante de Sandra. La guardameta evitó el tanto con una mano estratosférica, sacando pecho después de sus últimos errores.

A pesar del ahínco granadinista, Luany y Gio llevaron en volandas a las colchoneras. La extremo se escapó por la derecha, sin miedo ante Alba Pérez. La brasileña salió airosa del uno contra uno y a punto estuvo de perder la pelota ante Jujuba, pero consiguió conectar con Gio, que batió a placer a Sandra para asestar un golpe importante al Granada. Le faltó contundencia a la zaguera durante los 90 minutos.

El Granada acusó el golpe, pero siguió compitiendo en busca del empate. Ornella y Edna se animaron desde lejos, sin resultado. Laura Pérez aportó claridad por su banda, sin encontrar rematadora para sus peligrosos envíos al punto de penalti. Pudo haber de hecho pena máxima hasta en dos ocasiones cuando Lauri chutó desde fuera del área y el balón golpeó en el brazo de Gaby, pero lo tenía pegado al cuerpo y no pareció punible

Al borde del descanso, Jujuba trató de rematar un saque de esquina, pero fue derribada con un claro agarrón. No vio nada Planes Terol, que pitó el final de la primera mitad. La final se hallaba más cuesta arriba que nunca, pero el equipo no dejó de creer. El plan fue el mismo tras la reanudación. El Granada mordió arriba, provocando la pérdida colchonera en el centro del campo. Las futbolistas de Víctor Martín subieron la dureza de sus entradas con la intención de no permitir el reingreso de su rival en la eliminatoria. Le probó a Gallardo desde la frontal con un libre directo que no la puso en problemas, oportunidad que aprovechó el Atlético para matar.

Quién si no que Gio, una auténtica pesadilla para las granadinistas. Disparó libre de marca y con Sandra batida para firmar su doblete, golpe de gracia para las de Arturo Ruiz, que encajaron el tercero algunos minutos después. Jensen la ajustó rasa al palo, una puntilla que dolió sobremanera. El Atlético movió el banquillo para repartir minutos. También el Granada, con Andrea Gómez e Isa Álvarez para salir del 'KO'.

Fue Sandra la que sostuvo al equipo en el partido, evitando que la goleada fuese mayor. Realizó grandes intervenciones con media hora por delante. Lo leyeron bien sus compañeras , que subieron una marcha para situarse a su nivel. Al Granada le quedó la satisfacción de jugarle de tú a tú a un rival a años luz en presupuesto y plantilla, el mejor recuerdo de un conjunto ideado para no descender y que mira a la Champions.

Miku y Paula Arana se sumaron a la causa desde el banquillo, pero la que activó la maquinaria en el tramo final fue Ornella Vignola. La delantera inició una jugada individual desde la izquierda que culminó con un misil a la escuadra de Gallardo, que intentó sin convencimiento la estirada. El golazo animó a parte del graderío, que dio un impulso extra a las suyas bajo la lluvia en los instantes finales. La remontada era imposible, pero la 'eterna lucha' siempre va más allá del resultado.

Arana probó desde fuera del área, ya con el Atlético más distraído en la presión. La pelota salió repelida hacia arriba, justo a la pierna zurda de Andrea Gómez. La catalana remató con un gran instinto de depredadora para hacer el segundo y apretar el resultado, premio de consolación al trabajo del equipo. Con el 3-2, el empate se anotaba más cerca que nunca. El equipo lo intentó hasta el final, inclusive durante los siete minutos de alargue de la colegiada.

No hubo suerte y el Atlético fue justo vencedor de la eliminatoria, directo a la final ante el Barcelona el próximo mes de junio. Al Granada le toca recuperar y volver a salir rumbo a Madrid en menos de 72 horas. Así es la élite, lugar privilegiado que se han ganado por méritos propios.