La falta de eficacia del filial lo deja en tierra de nadie

El 3-0 final fue circunstancial porque al filial granadino se le escapó el partido en los seis últimos minutos de la primera parte y en los veinte primeros de la segunda mitad. Hasta que el colegiado expulsó por doble amarilla al rojiblanco Tass (m.39) el equipo de los debutantes Julio Algar y Roberto Cuerva se había parecido al del promocionado Rubén Torrecilla y había generado dos acciones de bastante peligro. El cambio de sistema, desterrando el esquema de tres centrales y optando por un 4-3-3 que fortaleciese el centro del campo, no estaba siendo perjudicial para los intereses granadinos hasta que Tass tuvo la mala suerte de llegar tarde a un balón dividido y ganarse su segunda amarilla.

La imagen del mediocampista de Burkina Faso pidiéndole de rodillas al colegiado que no lo expulsara fue bastante simbólica, porque a partir de ahí el equipo granadino fue borrado del partido. En primer lugar porque recibió el 1-0 en un momento muy doloroso, justo antes del descanso, y en una acción a balón parado en la que el local Olivera cabeceó a gol demasiado solo. Y después porque en la segunda parte no supo reaccionar al 2-0, un tanto de Iván Limón que dejó totalmente KO al filial. Los rojiblancos tuvieron bastante el esférico en el tramo final pero sin ideas y sin fe en la remontada, pues el partido ya estaba demasiado cuesta arriba.

Cheikh Sarr, que regresó a la titularidad tras cinco partidos en los que el Ángel tan solo encajó dos tantos, no fue el culpable de ningún gol, aunque pudo hacer algo más en todos. Las dos últimas derrotas que el Recreativo ha cosechado ante equipos de la zona baja lo han dejado en tierra de nadie. Con sus 33 puntos, el filial está a la misma distancia de la fase de ascenso a Primera RFEF que de la zona de descenso a Tercera RFEF.