Estupiñán vuelve a Los Cármenes, donde Aridane no llegó a jugar

El primero de ellos es el que, hasta el momento, ha completado una evolución más interesante. Pervis Estupiñán ascendió a Primera la pasada campaña con el Real Mallorca y este curso milita en el Atlético Osasuna, el próximo rival del Granada. El lateral izquierdo, que ayer se reincorporó a los entrenamientos del conjunto rojillo tras haber estado concentrado con la selección de Ecuador, solo disputó dos encuentros de Liga en aquella temporada 2016/17, pero esas actuaciones fueron suficientes para instalarse en el fútbol profesional. Fichó por el Almería a la temporada siguiente, logró el éxito de ascender a Primera con el Mallorca en la campaña 2018/19 y ahora –con tan solo 21 años– se prepara para regresar al Nuevo Los Cármenes defendiendo los intereses de un Osasuna con el que ha participado en los ocho partidos de Liga que se llevan disputados este curso, siendo una pieza esencial en los esquemas de Jagoba Arrasate.

El lateral comparte vestuario con otro defensor que en su día también perteneció al Granada, pero que no llegó a debutar con el equipo rojiblanco en competición oficial. Se trata del central Aridane Hernández, un defensa que ha debutado en Primera a los 30 años tras una intensa carrera repleta de buenos y malos momentos. Formado en las canteras de Real Madrid, Liverpool y Valladolid, Aridane encontró acomodo en el Eldense de Segunda B. Allí destacó y se fue al Olot, donde lo 'pescó' el Granada de Quique Pina, firmándolo por dos temporadas en julio del 2015.

Aridane llegó a vestir la zamarra rojiblanca en un amistoso de pretemporada que el Granada disputó en Almuñécar ante su filial, pero al no tener un sitio asegurado en el primer equipo –Mainz y Babin eran los principales candidatos a ocupar el centro de la zaga del equipo dirigido por Sandoval– la directiva rojiblanca optó por cederlo al Cádiz, que militaba en Segunda B.

En la 'tacita de plata', Aridane se convirtió en una pieza fundamental para que el equipo cadista terminase regresando a Segunda, por lo que tras concluir su cesión logró desvincularse del Granada y firmar por el Cádiz por tres temporadas. En el conjunto gaditano volvió a rendir a un gran nivel en la campaña 2016/17, lo que propició que el Osasuna terminase interesándose por él, pagando su traspaso: un millón y medio de euros llegaría a las arcas del Cádiz en aquel verano y medio 'kilo' de euros más sería pagado por los navarros al equipo amarillo si regresaban a Primera en los tres años siguientes, algo que terminó sucediendo hace unos meses.