Un estreno inmaculado para arrancar en lo más alto

Con todo, la igualdad reinante en la división de plata no es sino un aviso a navegantes y el Granada haría mal de no darse por aludido. Ni su primer triunfo ni la confección de una plantilla más que interesante, al menos en cuanto a nombres, le garantiza nada aún; un ejemplo fue la derrota del Málaga en Burgos, donde además fue inferior a su rival. Los rojiblancos cuajaron un partido serio en Can Misses, pero tampoco es que bordasen el fútbol ante un equipo que aún tiene muchos deberes por delante en el periodo de incorporaciones todavía abierto. «Solo ha sido un partido, sin más. Jugamos bastante bien a ratos, pero tendremos que hacerlo mejor», rebajó cualquier euforia Aitor Karanka nada más concluir el choque.

Al Granada le bastó con hacer valer la superioridad de su plantilla y sobre todo su mayor poderío en ataque una vez se abrió el partido, como reconoció su técnico, ante el cansancio de la segunda mitad con el atenuante de la humedad junto al calor. Ya pudo decidir el partido con tres claras ocasiones de gol en el último cuarto de hora del primer acto y al final lo decantó en los veinte primeros minutos del segundo. Su envidiable arsenal ofensivo le hará ganar más partidos como el de Ibiza, sin una actuación coral excelsa, pero no muchos rivales le concederán tantos espacios como el bisoño cuadro isleño. Será previsiblemente en Los Cármenes donde se enfrente a conjuntos que se encierren y le exijan mayor fluidez para hincarles el diente.

Más allá del potencial ofensivo del equipo, destacó la actuación de Yann Bodiger. El centrocampista francés, primer fichaje del descenso como oportunidad en el mercado de Segunda al quedarse libre después de haber firmado por una única temporada con el Cartagena un año atrás, cuajó un partido muy completo y logró dar empaque al centro del campo. Intenso y agresivo en la presión, sumó ocho recuperaciones de balón y siempre aportó calma cuando tuvo el balón en los pies, responsable de recibir entre centrales para dar salida al juego y preciso tanto en el pase largo como en el corto con los mínimos toques posibles.

A su lado, y como estaba previsto, actuó Njegos Petrovic. El serbio exhibió su poderío físico más liberado que su compañero. Proyectó su buen lanzamiento con dos disparos desde fuera del área y se sumó al ataque con una potente arrancada por la banda izquierda. No obstante, fue sustituido aún con una ventaja mínima en el marcador para la entrada del debutante Sergio Ruiz, quien vio una amarilla en menos de diez minutos al frenar lanzándose con el cuerpo, al modo de un 'tackle' de rugby, una progresión del Ibiza por el costado diestro pese a no ser un especialista defensivo. Poco después haría también su estreno Víctor Meseguer, y entre ambos aprietan las tuercas a quienes contaron con la vitola de titulares sin discusión hasta ahora desde el inicio del verano.

Sorprendió que, pese a contar con hasta cinco recambios posibles, Aitor Karanka optara únicamente por hacer tres sustituciones y eso que dos fueron al mismo tiempo al ingresar juntos Sergio Ruiz y Matías Arezo. El vasco dejó una ventana y dos eventuales futbolistas sin utilizar al ver bien al equipo sobre el terreno de juego pese al cansancio. En el banquillo, y además del portero Raúl Fernández y los canteranos Pepe y Bryan, se encontraban los fichajes Óscar Melendo, Erick Cabaco y Jonathan Silva, que aún no poseen ritmo de competición ni suficiente rodaje con el grupo, así como los veteranos Víctor Díaz, Rubén Rochina y Jorge Molina.

En ataque, y más allá de la labor solidaria de José Callejón con intervenciones y movimientos que favorecieran a sus compañeros, destacaron tanto Antonio Puertas como Myrto Uzuni al echarse el peso ofensivo a sus hombros. Apenas participó Alberto Soro, titular en pretemporada aunque todo apunte a que por poco tiempo. Quini cumplió y Ricard brilló con recorrido y un guante también en la zurda para asistir a Arezo. Atrás, Miguel Rubio e Ignasi Miquel tuvieron poco trabajo como para extraer conclusiones.