La estrategia, un arma más en el arsenal de Diego Martínez
Siete de los quince goles que ha anotado el Granada han llegado en jugada a balón parado, una faceta que también domina en defensa
Chema Ruiz España
GRANADA
Miércoles, 9 de octubre 2019, 01:11
A pesar de la derrota en el Bernabéu, el Granada continúa sumando registros importantes en su regreso a Primera división, mostrando una identidad sólida en ... cada encuentro. Esta personalidad refleja varias características destacadas por Diego Martínez desde su llegada al club, pero este curso está revelando una faceta determinante en el camino hacia la permanencia. El conjunto rojiblanco se ha convertido en toda una amenaza a balón parado, un estratega efectivo que ha anotado en jugada ensayada siete de los quince goles que ha celebrado hasta la fecha.
De esta manera abrió el curso de su retorno a la élite, con un tanto de Fede Vico de penalti ante el Villarreal. Esta suerte, habitualmente esquiva al cuadro granadino, parece haberse aliado este año con los nazaríes, que han provocado tres penas máximas en lo que va de curso, dos más que en su última estancia en la categoría, y han transformada todas ellas.
En el Estadio de la Cerámica llegaron otros dos tantos en jugada de estrategia, ambos desde la esquina. Primero, Soldado envió al fondo de la red un preciso centro de Montoro. Más tarde, se repitió la jugada, aunque en esta ocasión fue Puertas el que la concluyó junto al poste de la meta de Andrés Fernández.
En Vigo, el conjunto rojiblanco volvió a sacar partido de un córner, anotado por Germán para abrir la lata al borde del descanso. Una semana después, Vadillo anotó de penalti para sellar el triunfo ante el Barcelona, provocado también en una acción a balón parado, como sucedió en Villarreal.
La última muestra de la fortaleza en la estrategia del conjunto rojiblanco llegó el sábado, en la visita al Real Madrid. Los dos goles celebrados por la hinchada nazarí desplazada hasta la capital llegaron a balón parado, cuando el duelo parecía sentenciado. Marcó primero Darwin Machís desde los once metros, convirtiéndose en el tercer lanzador de penas máximas en sendas ocasiones, y más tarde fue Domingos Duarte el que envió el balón al fondo de la red, después de que este, colgado por Vadillo, fuese peinado por Víctor Díaz en el primer poste.
Efectividad defensiva
Pero la efectividad rojiblanca no solo se produce en el área contraria. El conjunto dirigido por Diego Martínez está mostrando en Primera la contundencia defensiva en las jugadas de estrategia de la que lo dotó el técnico vigués el curso pasado, cuando corrigió una tendencia nefasta. En la primera campaña tras el descenso, el plantel nazarí encajó diecisiete tantos entre saques de esquina y faltas, un dato que contribuyó en buena manera al fracaso.
Con el aterrizaje de Diego Martínez, este registro se redujo a sólo dos goles, si bien estos sirvieron para dejar sin puntos al Granada. El primero de ellos lo anotó Álvaro Traver, de falta directa en Los Cármenes, para dar el triunfo al Sporting de Gijón. El segundo, en Soria, llegó en un libre directo colgado por Fran Villalba y rematado al fondo de la red por Atienza, que supuso el primero de los dos tantos con los que el Numancia derrotó a los rojiblancos.
En lo que va de esta campaña, Rui Silva aún no ha encajado ningún gol en jugada ensayada, más allá del penalti que transformó Cazorla en la primera jornada, en casa del Villarreal. Los otros nueve tantos recibidos hasta ahora, ante el propio conjunto amarillo, el Sevilla y el Real Madrid, se han producido con el balón en movimiento.
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