Espectáculo al descubierto
LA CONTRACRÓNICA ·
Diego Martínez y Unai Emery mantienen un pulso táctico en el césped del estadio de La Cerámica marcado por los penaltis que señala Pizarro y que encienden el duelo entre alumno y profesor, queridos enemigosVíctor M. Romero
Jueves, 21 de enero 2021, 01:11
Que Granada y Villarreal dan espectáculo ya lo sabíamos. Recuerden el 4-4 de la primera jornada de la temporada anterior. Anoche hubo tablas otra ... vez, con la mitad de goles: 2-2. Pero la movida fue hasta mayor. Intensa y tensa. Café doble. Con dos penaltis en contra del Granada de chiste. Aunque no tuvieran gracia. Uno de Foulquier que Pizarro Gómez señaló dos minutos después, cuando el VAR le avisó. Modernez. Y otro, en el 90, que significó la posterior expulsión de Eteki por protestar y doble amarilla. Y luego lo paró Rui Silva. Emoción y calentura. ¿Alguien da más? Por eso los amigos Diego Martínez y Unai Emery, que se saludaron simpáticos con sonrisas, acabaron enemistados, enzarzados en una fuerte discusión. Emery le señaló con el dedo índice de forma recriminatoria y Diego negó con la mano. La culpa de que profesor y alumno aventajado del Sevilla llevaran el pulso más allá del rectángulo, la guerra entre los de la pizarra, fue culpa de Pizarro, el descubridor de los penaltis tontos...
Los dibujos tácticos de Unai Emery y Diego Martínez no se vieron condicionados, aunque el entrenador del Villarreal tuvo que suplir a Gerard Moreno al encontrarse con un grave contratiempo solo una hora antes de rodar el balón por el césped delEstadio de la Cerámica. El goleador Gerard Moreno, con diez tantos y a solo uno de Messi, se resintió de sus molestias de sóleo en la pierna izquierda y dejó el hueco a Moi Gómez. Emery apostó por un claro 4-3-3 con Sergio Asenjo en la portería, Pedraza y el argentino Foyth de laterales, Albiol y Pau Torres en el centro, con Capoue de pivote acompañado por Trigueros y Parejo; arriba, Rubén Peña y el propio Moi Gómez en los extremos con Fer Niño de ariete, también en gran momento de forma como Moreno y siete dianas, tres en Liga. Las ausencias de Samu, Gaspar y Alberto Moreno eran obligadas pero no la de Paco Alcácer, en el banquillo con sus cinco tantos. Solo dos hombres repetían del partido de Copa ante el Tenerife, resuelto por Fer Niño. En el Granada pasó lo mismo, muchas rotaciones y nada que ver con respecto a la victoria copera sobre el Málaga. De nuevo Foulquier y Milla, este último se incorporaba a la titularidad junto a Soldado, novedades respecto al triunfo sobre el Osasuna del encuentro aplazado. En el caso de Diego Martínez, en su pizarra se divisó un 4-3-3 también pero elástico, con situaciones puntuales de 4-1-4-1. Allí estaban Rui Silva; Foulquier, Domingos, Germán, Neva; Milla de pivote con Herrera y Montoro; y de puntas Luis Suárez yMachís con Soldado en el centro. Formación de lujo. Cuando Milla quedaba justo por delante de la zaga, Montoro y Herrera se alinearon con Suárez y Machís, lo que formaba el 4-1-4-1 y Soldado destacado, así abrió la lata en una acción de astucia, pillería y precisión. Definió con maestría de tiro cruzado fuera del alcance de Asenjo. Pero su exequipo reaccionó en otra genialidad de Rubén Peña. Igualdad absoluta. Ya, en la segunda parte, hubo control hasta que Pizarro la lió, cabreó a los técnicos y sembró el descontento. Diego relevó al 'Bisonte' Suárez por Kenedy, que arregló con su golazo, junto a Rui, el desaguisado arbitral. ¿Eteki metió el pinrel? Alcácer y Yéremi Pino, ni eso. Era tarde, no para la bronca. Espectáculo dentro y fuera...
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