
Paco López · Exentrenador del Granada y el Cádiz
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Paco López · Exentrenador del Granada y el Cádiz
«Escribá sabe que es clave mantener la calma en las dificultades»Paco López regresó a Valencia tras su experiencia fallida en Cádiz. Con algún achaque en la espalda que arrastra desde su etapa en Granada, disfruta ... de la familia y amigos mientras ve fútbol, atento también a sus dos exequipos, que se enfrentan este domingo.
–¿Seguro que le gustaría estar haciendo, con imágenes, el análisis del próximo rival, el Granada?
–Sí, qué duda cabe. Significaría que estaría trabajando, pero el pasado es pasado. Las circunstancias del fútbol son así y ahora me toca ver el partido desde fuera.
–¿Qué es lo que peor lleva de estar en el paro?
–No dedicarme a lo que más me gusta. Los que tenemos la suerte de ejercer esta profesión desde lo vocacional nos gusta estar activos. Al final de todo se saca conclusiones positivas y convivir con el tiempo cuando no entrenas.
–¿Y lo mejor de estar así?
–Aprovechas el tiempo para otras cosas porque la vorágine del día a día no te deja respirar. Cuando escucho a compañeros que tienen tiempo para ir a jugar al golf... Yo alucinaba porque esta profesión te absorbe y si quisieras trabajar 24 horas, que no es aconsejable, tendrías tarea de sobra.
–¿Por qué no funcionaron las cosas en Cádiz?
–El análisis sería muy profundo... El resumen siempre es el mismo: los resultados. Estos llegan por muchas circunstancias. Reducirlo para saber por qué no salen las cosas es difícil. Cualquier experiencia te sirve y es lo que saco de cada club, ese enriquecimiento. En Cádiz no salieron las cosas, sin más, y es pasado. Ya vemos cómo está el mundillo de los entrenadores, con ceses constantes y técnicos que un año funcionan y al otro no, y al revés. Influyen muchas cosas y por eso es tan atractivo el fútbol. Todo es incierto. Hay entrenadores buenos, regulares y malos, y a veces no sabemos por qué unos caen de pie y otros no. Lo único que nos queda es prepararnos para lo que venga.
–En las últimas semanas, con algún altibajo, el Cádiz parece haber despertado. En el último partido, con victoria en Málaga, gol y asistencia de Melendo.
–Me alegro mucho por él porque ha pasado un calvario. Fue una gran apuesta mía al tenerlo en Granada y es un jugador con muchísimo talento. Me alegro por su actuación. Posiblemente no le acompañan ciertas condiciones físicas, tiene unas características que a lo mejor no casan con ciertos entrenadores con otro modelo de juego, pero su capacidad está ahí y es una excelente persona.
–También tuvo a otros dos exrojiblancos, como Carlos Fernández y Fede San Emeterio. A Carlos le ha costado también.
–Sí, le está costando, pero es normal tras tantas lesiones con la Real. Trabajamos para ayudarle, porque es un jugador de nivel, con que cogiera ritmo de partidos.
–¿Y qué tal con Fede?
–Buen chico. Es un tipo honesto, honrado y trabajador. Un futbolista que no da problemas.
–La categoría parece más complicada que nunca, con algunos modestos con los que no contaba nadie.
–Así es. Se habla de la igualdad de la categoría, pero este año... Al principio ya se habló de la cantidad de clubes históricos, que han pasado por Primera división. Eso solo significa urgencias para todo, más equilibrio si cabe. Luego aparecen las sorpresas; equipos que luchan por las plazas de ascenso con menos presupuesto. Ya lo vivimos con el Granada hace dos años, pero creo que en este hay más nivel que entonces.
–Almería, Granada y Cádiz, fuera hasta del 'play off'. Es un síntoma.
–Es complicado de valorar. A priori, uno piensa que jugadores de Primera, con nivel y compromiso, pueden ayudar más porque se les presupone la calidad, pero luego la realidad puede ser otra. Es difícil saber si aciertas o no. Con el Granada, había mucha gente que formó parte de la base anterior y tuvieron una función importante porque transmitieron sus valores. Víctor Díaz, Carlos Neva, Puertas... Esto cuenta mucho porque ayuda a los demás.
–El factor mental parece fundamental.
–Siempre lo he dicho e insisto con ello. Los entrenadores, aparte de estar más formados, estamos cada vez mejor rodeados y esto iguala las cosas en el aspecto táctico o físico, pero lo que marca la diferencia hoy en día es el aspecto mental. A las pruebas me remito. El jugador tiene que estar muy preparado para afrontar las urgencias en ciertos clubes. Hacen falta vestuarios maduros y fuertes, inculcar la mentalidad ganadora para afrontar los momentos de dificultad, por los que pasan todos, y superarlos desde la estabilidad.
–¿Cómo se ve lo del Granada desde la distancia?
–A nivel de resultados, querría estar mejor, pero en sensaciones no las da tan malas porque tiene una buena plantilla y un gran entrenador. Con ingredientes cuenta para estar arriba.
–¿Vio los dos últimos partidos, con Córdoba y Racing de Ferrol?
–El primero, sí; del segundo, poco. Imagino qué supuso para la afición que el equipo cayera derrotado 5-0. No es fácil analizar lo ocurrido porque el Córdoba fue muy eficaz, sin entrar en grandes matices. La concreción en las áreas es fundamental y te hace entrar o salir de dinámicas positivas. Pero el Granada supo salir de esa derrota para ganar al Racing de Ferrol con holgura. Esto le puede dar confianza.
–Aquí tiene a un amigo: Fran Escribá.
–Sí, claro. Somos valencianos, jugamos juntos en su día... La relación es buenísima desde siempre.
–Son, futbolísticamente, muy distintos, aunque a ambos les guste el 4–4–2.
–Bueno, cada uno tiene sus matices, evidentemente, pero Fran es un entrenador preparado y capacitado que, independientemente de los altibajos que sufrimos todos, está fuera de toda duda.
–¿Qué consejo le daría?
–No soy de darlos, y menos a Fran Escribá. Él tiene la suficiente experiencia. Sabe, igual que yo, que es clave mantener la calma en los momentos difíciles. De vez en cuando le veo en las ruedas de prensa y las maneja con tranquilidad.
–¿Le ve capaz de lograr el objetivo?
–Creo que sí, pero evidentemente una cosa es lo que crea desde fuera y otra la competición, que es puñetera. Está siendo difícil para todos, pero queda mucho.
–Ya no está Matteo Tognozzi, con el que llegó su salida.
–Desconozco los motivos exactos, ahí se me pilla. Es una pena. La verdad es que, a pesar de mi cese cuando él estaba, mantenemos una buena relación. También con otras personas del club.
–En Granada, hasta el director deportivo tiene que tener la maleta hecha...
–Son las decisiones de los dirigentes. Supongo que creen que haciendo estas cosas mejorarán, hay que entenderlo.
–En Los Cármenes, con usted en el Cádiz, 0–0 en la primera vuelta. ¿Cómo vivió la experiencia?
–Fue muy especial. Te das cuenta de que la gente te tiene cariño. Más allá de lo futbolístico, para mí está lo personal. Sé lo que dejé.
–Un ascenso es un ascenso...
–Tuvimos un inicio irregular. En casa mantuvimos el nivel, pero fuera nos costó todo más. Creía mucho en esa plantilla por los valores que percibía en ella. Veía hambre y ganas de volver a Primera. Se ha recordado mucho aquella charla que di en el campo del Levante, donde perdimos justamente. Influyó en la reacción. No porque la diera yo, sino porque todos fueron conscientes de que había que dar un paso adelante. Les dije que ese equipo tenía que estar en ascenso directo, cuando ni algunos de ellos creían en sí mismos. Experimentamos una transformación positiva.
–Los problemas llegaron después, con un verano de especulaciones y retrasos en todo.
–Fue complicado precisamente por ello. Empezamos la pretemporada prácticamente con el mismo equipo del curso anterior, pero no me gusta poner excusas. Lo que pasó, pasó. Una experiencia más porque ahora vemos lo que cuesta subir a un equipo a Primera. Fue una pena que durara tan poco.
–¿Cree aún que había manera de revertir aquella tendencia?
–Es lo que pensaba en su momento, pero tampoco quiero volver atrás porque no conduce a nada. Es pasado y lo importante ahora es que el Granada se centre en el presente y luche por estar en la categoría en la que tiene que estar.
–Pocas veces se contempla una despedida como la suya, arropado por la plantilla.
–Si tuviese que destacar dos momentos, uno fue la fiesta del ascenso, con la ciudad volcada, y otro aquel, aunque tuviera un componente triste. Ver que hasta los empleados de la Ciudad Deportiva se acercaron al estadio, a uno le hace sentirse orgulloso.
–Hay quien sostiene que a aquel Granada le faltaba solidez y que en parte lo pagó en Primera.
–Es retornar a lo de antes. Claro que se podrían haber hecho muchas cosas. La pena que tuve es que, pese a carencias en algunas posiciones, estaba convencido de que se podía construir algo bueno. Al final, es otro aprendizaje. Estuve muy a gusto en todos los aspectos. Granada siempre será un lugar importante en mi vida.
–¿Usted cree que este vestuario se puede dejar ir si la cosa no mejora?
–Conociendo a los que conozco, rotundamente no. Gente como Carlos Neva, Lucas Boyé o Sergio Ruiz, por ejemplo, tienen carácter, orgullo y sentido de pertenencia, y así lo demuestran. Es difícil saberlo para quien no los ve en el día a día, pero yo que he tenido la suerte de contar con ellos, estoy convencido de que no pasará.
–¿Cómo fue dirigir a Samu y Bryan?
–Es un orgullo entrenarles. Eran muy jóvenes, pero se les veía a leguas que tenían un futuro importante si cogían el camino adecuado, que es el de la humildad y el de la mejora continua. Sobre todo con Bryan, con el que pasé más tiempo. Siempre tuvo esa ambición de ir a más. Quería ser futbolista y pienso que hicimos un gran trabajo con él. Demostró lo que quería conseguir.
–¿En qué fortalezas cree que se basó su ascenso?
–Los valores del esfuerzo en el vestuario. No son fáciles de encontrar. Cada entrenamiento era como si fuera el último. Contábamos con una plantilla heterogénea, con la que podíamos jugar a diferentes estilos, desde el combinativo al contragolpe. Hablo con algunos de ellos, a veces con intermediarios, porque yo no soy mucho del whatsapp (ríe). Sé que la mayoría me tiene cariño y yo a ellos, también.
–¿Ha hablado con Uzuni?
–No desde que firmó en EEUU. Le mandé un mensaje y me contestó, pero no hemos vuelto a hablar. Entendí las dos posturas de la negociación de su salida, no es sencillo posicionarse.
–¿Le gustaría regresar a Granada?
–Es la pregunta 'trampa'. Cuando hay un entrenador que encima es amigo mío y se juega tantas cosas sería de mal gusto decir algo así, no lo merece. Lo que sí puedo expresar es que le tengo un cariño inmenso al Granada como ciudad y al Granada CF. Esto no se olvidará nunca.
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