El equipo se desmontera el sábado en Los Cármenes

La última jornada, la cuadragésimo segunda de una larga campaña, se presume plácida y llena de alegría. El rival, el Alcorcón, viejo rival y compañero de otros ascensos, tampoco se juega nada y viajará a Granada para cerrar una temporada de más a menos. Arriba, muy arriba, en el primer tercio de la competición, cuando ocupó puestos de 'play off' e hizo de su estadio de Santo Domingo un fortín donde, entre otros, sucumbió el Granada, su segunda vuelta ha sido paupérrima. Si solo se computase la segunda vuelta, el Alcorcón habría descendido a Segunda división B.

La pasada jornada, ya sin nada en juego, cayó en su estadio ante un desahuciado Nástic de Tarragona (0-1). Ese encuentro se jugó el sábado así que los madrileños han dispuesto de tres días más que los granadinos para preparar el duelo de Los Cármenes. Este detalle, que podrían haber sido vital de producirse otros resultados en la jornada del martes, ha pasado a ser intrascendente.

El Alcorcón de Cristóbal Parralo se encontrará con un Granada cansado, felizmente exhausto tras un partido de máxima exigencia en Mallorca y unos fastos que comenzaron tras el pitido final y continuaron ayer miércoles por toda la ciudad, y con citas aún pendientes para hoy mismo. El técnico, Diego Martínez, ha dado licencia a los suyos para celebrar pero, fiel a su estilo, querrá presentar un equipo competitivo para que la fiesta de Los Cármenes sea completa.

Será un partido tan singular como emotivo, con muchos nombres poco habituales en el once, dolorosas despedidas y reencuentros emocionantes. Entre los primeros, los futbolistas con poco protagonismo durante la liga, Diego Martínez podría presentar un once con mezcla de titulares y suplentes. Será el momento, por ejemplo, de darle los primeros minutos en la liga al portero Aarón Escandell, que solo disputó el partido de Copa del Rey ante el Elche pero que permanece inédito en la 1/2/3, siempre a la sombra de un enorme Rui Silva.

El rubio guardameta valenciano ha trabajado muy duro todo el año, siempre disponible para atender cualquier urgencia que pudiera surgir –Rui Silva se quedó a una tarjeta amarilla de la suspensión– y en su paso por el filial dejó un cartel muy bueno que habla de un portero solvente al que solo le hacen falta los minutos que podría disponer el sábado. La zaga también podría vestirse con caras relativamente nuevas. Adri Castellano cumplió cada vez que fue necesario su concurso por lesión o sanción de Quini, improvisado lateral zurdo tras la lesión de larga duración de Álex Martínez. A Castellano le faltan pocos minutos para sumar 500 en esta liga y, con casi toda seguridad, los alcanzará ante el Alcorcón. El citado Álex Martínez, titular indiscutible hasta su lesión a principios de diciembre, podría reaparecer el sábado después de llevar varias semanas con el alta médica y de entrar en las últimas convocatorias. Tendrá mucha hambre de fútbol y ganas de saltar al césped con público en las gradas. Termina contrato a finales de mes y, sin noticias sobre su renovación, cabe la posibilidad de que fuesen sus últimos minutos como rojiblanco, aunque también se merece volver a la categoría que ya pisó con el Betis. En el centro de la defensa, Bernardo repetirá en sustitución de José Antonio Martínez, convaleciente aún de su lesión, y puede que a Germán le toque añadirle empaque a una zaga inédita esta temporada.

En el centro del campo puede darse una despedida 'dolorosa'. Fede San Emeterio pertenece al Valladolid y no se han dado las circunstancias para que el Granada se hiciera con sus servicios. Para retenerlo tendría que pagar una cláusula de traspaso inabordable, así que el cántabro pondrá, salvo milagro, rumbo a tierras pucelanas. Su temporada ha sido monumental, coronada con el gol del empate en Mallorca, y tiene una proyección magnífica de la que no podrá disfrutar el Granada, el equipo donde hasta ahora, en su corta carrera, ha sido más feliz.

Y si San Emeterio protagonizará una de las despedidas del día, bien desde la grada o sobre el césped, otro futbolista se llevará, con total seguridad, la mayor ovación del partido. Fran Rico, el metrónomo gallego que tanto significó en la última etapa del Granada en Primera, regresará por fin a un terreno de juego después de un calvario de lesiones que lo mantienen inédito desde hace más de dos años.

En febrero de 2017 disputó en el Sánchez Pizjuán sus últimos minutos en un Sevilla-Eibar, y desde entonces ha atravesado un desierto jalonado por intervenciones quirúrgicas en su rodilla y un durísimo trabajo de recuperación. Rico, uno de los capitanes de esta plantilla, no formará en el once inicial pero en la segunda parte volverá a sentirse futbolista, valga el tópico, cuando su paisano Diego Martínez le ordene saltar al terreno de juego.

Y de un reencuentro a otra despedida, que puede ser la de Alejandro Pozo, cedido por el Sevilla y cuyo futuro como rojiblanco en Primera no está claro. Acaban contrato y no han renovado Nico Aguirre, Alberto Martín y el citado Álex Martínez, tres futbolistas que tienen muchas papeletas para contar con minutos ante el Alcorcón. Y otro Martínez, el central, está cedido por el Eibar pero interesa mucho al Granada para su nueva aventura en Primera.