El equipo conserva cierta solidaridad y hay brotes verdes en intercepciones
Los zagueros rojiblancos han sido capaces de salvar dos acciones sobre la línea que iban a terminar en gol
Por ahora, no hay muchos conceptos medibles a los que el Granada se pueda agarrar, si bien ha sido capaz de no meterse en descenso ... todavía a pesar de que no conoce la victoria. Con dos puntos, está decimoséptimo, en la misma situación en cuanto a puntos que Espanyol y Cádiz, ventaja suficiente para no caer en los tres puestos que mandan a Segunda división. Ahí se encajan Celta, Getafe y Alavés. Ninguno de estos equipos sabe lo que es ganar, incluido el rojiblanco, aunque también le sucede a Villarreal y Levante, que al menos han empatado tres.
Dentro de los 'ránking' de LaLiga, el Granada encuentra algunos brotes verdes en recuperaciones totales de balón, 219, siendo el sexto de Primera en este menester. Ha logrado 48 intercepciones, segundo en este aspecto. También hay un detalle que no es baladí y que habla bien de la capacidad de reacción de sus futbolistas. Ha salvado dos balones sobre la línea, justo antes de que entraran en la portería. Uno de ellos, el de Santiago Arias frente al Betis.
De alguna manera, el equipo conserva cierta solidaridad en las ayudas y en la recuperación de balón. No hay modo de mejorar y edificar algo estable si el Granada no es capaz de sentirse más seguro. Robert Moreno resaltó la puerta a cero que los suyos mantuvieron en Villarreal y es evidente que sobre un buen blindaje puede establecer todo lo demás. Valoró la mejoría con respecto al cómputo de la campaña anterior, cuando los rojiblancos fueron los más goleados. Una mención con trampa, porque no era lo mismo la sobrecarga de partidos de entonces con el calendario actual. Ahora sí podrá experimentar las mismas sensaciones y quizás emprender rotaciones por descanso por primera vez, pues la escuadra actúa el lunes en Barcelona, el jueves en casa con la Real Sociedad y el siguiente lunes con el Celta en Vigo.
Tres encuentros en siete días para salir del trance o hundirse. Con Diego Martínez, nunca se tocó la cola de la clasificación. Sin triunfos pronto, será complicado mantenerse así.
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