Granada CF
Una enmienda a la política deportiva del pasado veranoLa gran mayoría de apuestas, con más o menos caché, dejan de funcionar en un equipo despersonalizado ante el vértigo de la competición
Es probable que la presidenta Sophia Yang esperara una velada tranquila en Los Cármenes, tras la que dormir en 'play off'. Ejercía de anfitriona de ... varios compatriotas pertenecientes a una academia de fútbol de visita en España, y se la veía sonriente en los prolegómenos. Seguramente, a sus invitados les impactó lo que vino después. No solo la derrota, sino la vehemente reacción del público contra la mandataria y sus allegados, a poco que entendieran algo de castellano, aunque bastaba con palpar el ambiente para hacerse cargo de lo que sucedía.
El Granada tocó fondo, si es que no puede agravarse la distancia con el 'play off', y el recuerdo de 2018, cuando el equipo quedó décimo en Segunda con el mayor presupuesto de la categoría tras tres entrenadores flota alrededor. Hay similitudes. Es un equipo despersonalizado ante el vértigo de la competición.
La situación es una enmienda a la política deportiva del pasado verano, en la que tuvo continuidad Matteo Tognozzi, cuya elección de Guille Abascal ya generó suspicacias. Fran Escribá fue el remiendo de García Amado tras la negativa de Pacheta.
Sí hubo consenso previo en mantener a cinco referentes: Sergio Ruiz, Gonzalo Villar, Martin Hongla, Lucas Boyé y Myrto Uzuni. El todavía pichichi generó una hecatombe con su marcha. El rendimiento de los demás se ha mantenido en la irregularidad, especialmente por parte del murciano y el camerunés.
Las otras apuestas tampoco han funcionado como debieran. Mariño, fichado como agente libre, ha mantenido el decoro, pero alrededor nadie destaca, ni siquiera aquellos con un presumible futuro, como Loïc, Brau o Rodelas. Arriba, poco de los refuerzos invernales. Rebbach ha ido de más a menos y Stoichkov no ha justificado su inversión. En el coche escoba, jugadores de supuesto caché,' pero sin vuelo.
En este contexto, no extraña que despierte poca expectación la visita al Deportivo, con entradas visitantes a 20 euros. La frustración cunde, pero queda una mera esperanza. En la 18/19, después de un curso fatal, los entonces dirigentes del fracaso encontraron a quien cambiaría todo, Diego Martínez. Queda que los de hoy, si siguen ellos, se alumbren.
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