Qué se encuentra 'Cacique' Medina en el Granada
El nuevo técnico parte con 26 jugadores en la dinámica del primer equipo con un rendimiento cuestionable
Alexander Medina, 'Cacique', se encuentra al Granada en el penúltimo puesto de la clasificación de Primera tras catorce jornadas, con siete puntos, cuatro por encima ... del último, la UD Almería, a uno del antepenúltimo, el Celta, y a dos del equipo que marca la salvación ahora mismo, el Mallorca, con nueve, que tiene un partido menos, el aplazado que tiene que disputar este miércoles con el conjunto que le precede, el Cádiz, que suma diez, encuentro que definirá el corte real respecto a la permanencia.
Los rojiblancos llevan 19 goles a favor, los octavos que más llevan en la máxima categoría, igualados con el Sevilla; y 33 en contra, dato que solo empeora la UD Almería con 37, ambos muy lejos del resto en seguridad. La única victoria nazarí data de la jornada tres, un 3-2 con el Mallorca. Desde entonces, apenas cuatro empates. El último, en el partido más reciente en Los Cármenes, que rompió una racha de cuatro derrotas seguidas. En Vitoria volvieron a tropezar en un partido desastroso, mostrando blandura atrás y nulidad ofensiva.
Hasta aquí los datos generales. Sobre los mismos, las conclusiones colectivas sobre un equipo que generalmente se ha dibujado sobre el 4-4-2, con algún matiz según la posición de Melendo, con la excepción del primer encuentro en el Metropolitano, con tres centrales; y con el Barça, sobre todo en ventaja, cuando Neva se retrasó y Álvaro Carreras fue más lateral que extremo, como le venía utilizando Paco López.
Desde aquí, el análisis individual de lo que se topa el flamante preparador:
Portería: rotación inicial y falta de confianza
La temporada empezó como la anterior, con la duda de quién sería el portero titular. Si André Ferreira, el que inició y acabó la pasada, o Raúl Fernández, el que disputó más encuentros en Segunda y obtuvo el trofeo Zamora. La arrancó al final el portugués, pero luego fue relevado por Raúl, para luego seguir la rotación con el luso de nuevo, que se estabilizó a raíz de una lesión en un dedo de su compañero.
Dicen que un guardameta a veces depende más de su confianza que de las propias facultades que atesora. Lo cierto es que a Ferreira se le ha visto muy nervioso esta campaña, con gestos técnicos anómalos en ciertas intentonas, mentalmente tocado por la fragilidad del sistema del Granada, sufriendo muchos goles en los primeros lanzamientos del rival, tantos que diezman la moral. Con los pies no es especialmente fino, lo que contribuye al problema de salida de atrás del conjunto.
Raúl, que tiene la dicha de haber sido el titular el día del único triunfo del año deportivo, se cayó de la foto tras las goleadas contra la Real Sociedad y el Girona, contrincantes que a la postre están demostrando un poderío tremendo en este ejercicio. Partiendo ambos de cero, la primera gran decisión de Alexander Medina será cuál de ellos ha de jugar. A igualdad, Karanka y López apostaron por Ferreira, pero Raúl tiene un bagaje incontestable en la división de plata. El tercero, Adri López, pasa más tiempo con el Recreativo y tuvo su 'incidencia' en Copa; dejó la puerta a cero, pero su alineación ocasionó la eliminación porque su presencia no se ajustaba a la normativa del torneo.
Defensa: la línea más débil y con ausencias notorias
Si en algo se tendrá que esmerar el nuevo técnico es en mejorar los números defensivos, algo que no depende solo de la zaga, la cual se ha visto muy escasa de efectivos. La baja más notoria ha sido la de Jesús Vallejo, llamado por la dirección deportiva a ser el líder y quien diera un salto de calidad a la retaguardia, pero que apenas ha participado por diversos problemas. Miguel Rubio no ha terminado de tener continuidad tampoco y una fractura sufrida en el partido con Osasuna le mantiene convaleciente. El madrileño no es un dechado de virtudes técnicas ni una bala, pero sí fue el central más sólido en Segunda y su escaso concurso se ha notado.
Ignasi Miquel, su compañero habitual en el curso del ascenso, sí ha tenido muchísimos minutos, pero sus costuras han salido a la luz con frecuencia, nunca por falta de voluntad y entrega. A estos problemas con delanteros de la élite se ha unido que, con las bajas de Rubio, Vallejo y en menor medida Víctor Díaz, se ha tenido que adaptar al perfil derecho siendo zurdo para que se acoplara Torrente en su lado natural, lo que le dificultó más el trabajo.
Torrente, precisamente, tampoco ha alcanzado ese magnífico nivel previo a la lesión que sufrió en la anterior etapa en Primera. Como sucede con otros compañeros, conforme han pasado las semanas se le ve afectado en su seguridad tanto en las acciones de duelo con adversarios como en los pases de inicio, en los que siempre destacó. Tiene el margen de mejora de la juventud y ha sufrido también por la sobreexposición atrás, pero como Ignasi, está teniendo algunos fallos imperdonables en Primera. Víctor Díaz ha contado poco, pero tampoco ha funcionado cuando salió al verde, muy forzado por sus problemas en la rodilla. Miki Bosch, del filial, bastante tiene con intentar comandar a un Recreativo Granada en horas bajas. No parece que sea su momento.
En la derecha acabó de titular Manafá, uno de esos laterales 'modernos' con alma de centrocampistas, pero con enormes despistes en su zona de protección. Le pasó con el Getafe, al arrancar, y repitió con el Alavés, si bien en acciones de contragolpe en debilidad. Ricard Sánchez, la alternativa, parecía inamovible en su plaza, pero salió retratado en varias situaciones. Por ejemplo, rompiendo intentos de dejar en fuera de juego al rival. En la izquierda, Neva se ha mantenido, incluso cuando Álvaro Carreras se puso a tono, que ha aparecido más por delante de él. El gaditano mantiene la compostura, pero tampoco se le ha visto como era en su día, en la etapa de Diego Martínez. Carreras muestra unas facultades prometedoras, pero tampoco ha sido férreo a la hora de acorazar al equipo.
Centrocampistas: varias fórmulas no empleadas
No hay ningún centrocampista que haya mantenido cierta regularidad. Empezó bien la pareja Sergio Ruiz-Gumbau, con el cántabro en funciones de escolta y el catalán dando pases certeros, pero se disolvió con el paso de los partidos. Apareció Gonzalo Villar, que fue de menos a más, aunque como todos estuvo mal en Mendizorroza. Paco López no llegó a probar, de arranque, el triángulo Ruiz-Gumbau-Villar. El valenciano apostó más por Melendo, que no lleva ni goles ni asistencias aún. Orillado, Njegos Petrovic, con el que tampoco contó mucho en Segunda, pero que parecía un perfil físico que podía compensar ciertas vulnerabilidades visto lo que aportó en la breve etapa en la que jugó en Primera con los rojiblancos. Sin embargo, siempre quedó para minutos residuales.
Bandas: Bryan, controlado; los demás, flecha hacia abajo
En el costado está el futbolista que más ha destacado en este Granada, Bryan Zaragoza. El malagueño ha sido un aguijón sobre todo en la izquierda, a pie cambiado, aunque con la irrupción de Álvaro Carreras también ha enfilado por la derecha, desde la que regatea y centra, pero chuta menos. Llegó a la selección española y, desde entonces, las medidas de contención de los otros equipos han frenado su explosividad. No estuvo en Vitoria por acumulación de amarillas. Carreras ha dejado detalles interesantes al tener un físico privilegiado, pero ante el Alavés no se le vio nada potable, quizás cansado de sus dos partidos completos con España sub 21.
Los demás, están con la flecha para abajo. Puertas intenta cosas, pero pocas le salen. A Callejón se le ve bloqueado, no se sabe si por la edad, pero no acaba de despuntar. Perea ha tenido sitio fijo en el banquillo. Su continuidad en la plantilla es uno de esos 'misterios' veraniegos.
Delantera: poderío sin rentabilidad por las carencias atrás
Además de Bryan, el Granada tiene dos buenos delanteros con Lucas Boyé y Myrto Uzuni. El argentino no es incisivo en el área si no le llega abastecimiento, pero hace un trabajo encomiable entre líneas. El albanés, algo tosco en sus intervenciones, no para de buscar la diana, a veces con demasiada ansiedad. Si el equipo tuviera menos carencia atrás, seguramente sus acciones serían más rentables, pero en muchas ocasiones apenas sirven para maquillar encuentros perdidos.
Entre las alternativas, Famara Diédhiou da lo que tiene, con energía y pasión, pero no demasiada técnica. Un recurso para el juego directo, aunque algo caro para su aportación. Peor son las cosas con Shon Weissman, muy alejado de la expectativa que generó su fichaje y que ha protagonizado más episodios extradeportivos que otra cosa. Ambos fueron candidatos a la 'operación salida' en el periodo estival y probablemente lo serán en enero. Siguen secos de gol.
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