El Elche vuelve a su pasado para salvarse

Y la entidad franjiverde recordó aquello de que más vale malo conocido que bueno por conocer. Y más en situaciones donde se debe garantizar conseguir cierto arraigo, como lo es en un equipo que asciende en un contexto de pandemia, sin poder reforzarse demasiado bien. La solución ideal habría sido echar mano a Pacheta, al que dejaron escapar en una operación aún incomprensible. Pero estaba en Huesca.

Así, Fran Escribá acabó llegando de nuevo al banquillo del Martínez Valero. Si buscaban arraigo, lo han conseguido de veras. El técnico tiene por delante una operación a vida o muerte a contrarreloj y con la mitad de la arena en el cono inferior. Tampoco han ido bien de tiempo los franjiverdes en el mercado de invierno, cerrando muchas operaciones en los últimos minutos del día final.

Aún con dos partidos menos por cuestiones del extraño calendario, lo cierto es que el Elche no tiene grandes motivos para alarmarse. Es penúltimo con 21 puntos, a dos puntos de salir de las tres últimas posiciones y con varios encuentros menos disputados que los equipos que se baten el cobre con los blanquiverdes.

Mucha culpa de esta situación relativamente esperanzadora la tiene un exrojiblanco que pasó de puntillas por Granada pero que estará en la boca de muchos equipos cuando se abra el mercado si el Elche baja. Edgar Badía es uno de los porteros que más y mejor está parando en Primera. Un 'santo' que está deteniendo lo imposible.

Llegó sobre la bocina Gazzaniga, portero que no dejó demasiado en Vallecas pero que tuvo que asumir la portería del Tottenham algunos meses. No peligra de todas formas la titularidad de Edgar. El menudo guardameta sufrió sobre todo por el costado zurdo, donde Sánchez Miño no cuajó. Por eso llegó Mojica, un profundo carrilero que da mucho a los ilicitanos en las dos facetas del juego. Barragán se ha asentado en la derecha y en el centro de la defensa sí han dejado síntomas de poder ir a más Dani Calvo y Josema, ayudados siempre por Gonzalo Verdú.

La zaga franjiverde se ve muy expuesta si el centro del campo no ayuda en el repliegue, lo que le ha costado varios goles. Es lógico que esté costando encontrar una pareja que fragüe a la perfección, pues Mfulu no termina de romper en el jugador dominante que puede llegar a ser y el argentino Marcone ya no es el que la rompía en Boca Juniors. Toda la luz se concentra en Raúl Guti, el gran fichaje del Elche este pasado verano y que va demostrando por qué media Primera división lo tenía en el radar.

Arriba las opciones para Almirón eran tantas que se acabó por generar un ecosistema de inestabilidad. Pere Milla tampoco ha dado lo que se esperaba de él, con Fidel y Josan haciendo muy buen trabajo pero sufriendo lesiones que les han lastrado. Escribá parece confiar bastante en Rigioni, mientras que Tete Morente no alcanza la regularidad. En punta, Boyé quiere ser el Budimir del pasado año en la categoría, pero debe calibrar la mira.