El Granada, retratado en Almería
El 'doce' ·
La debilidad del sistema de contención granadinista elevó a Luis Suárez a la categoría de 'Haaland indálico'Eduardo Zurita
Granada
Lunes, 2 de octubre 2023, 11:55
Es complicado asimilar el tobogán de sensaciones encontradas que produjo el enfrentamiento entre el Almería y el Granada en el Power Horse Stadium. De un ... lado, incredulidad tras ver al Granada vapuleado en el marcador al filo del descanso, cuando en la primera media hora se había hecho dominador del partido y acreedor a inaugurar el marcador, con varias acciones individuales de Bryan Zaragoza que quedaron huérfanas de rematadores cualificados. De adelantarse en el partido a encajar tres goles en contra en cinco minutos. El primero y el tercero, de nuevo, tras dos pérdidas evitables en la salida del balón –con Gumbau y Puertas como tristes protagonistas de las mismas– y el segundo tras una desatención clamorosa en el marcaje de Ricard Sánchez y Sergio Ruiz tras un saque de banda. En los tres goles locales brillaron Ramazani en las asistencias –hasta entonces casi inédito– y Luis Suárez en la definición. La debilidad del sistema de contención granadinista elevó al colombiano a la categoría de 'Haaland indálico'.
Al descanso el Granada había encajado tres goles ante el colista de la categoría, y tal demérito le llevaba a ocupar la plaza de cierre de la clasificación. Los jugadores que desde el banquillo saltaron al terreno de juego tras el receso –Rubio, Villar y Álvaro por Ignasi, Sergio y Callejón– le dieron nuevos aires al equipo, que empezó a dominar el juego otra vez en el arranque de la segunda parte. Todo se volvería gris con tono ceniza cuando Puertas marró un claro penalti cometido sobre Villar. Pero Bryan no da nunca nada por perdido, y en otra de sus incursiones endiabladas fue derribado dentro del área para una segunda pena máxima que él mismo trasformaría. La rapidez en la consecución del segundo gol, obra de Ricard –no está claro si quiso asistir a Boyé o disparar directo– llenó de esperanza a los de Paco López, que en una postrera acción fulgurante equilibrarían la contienda con un golazo de Uzuni, asistido de cabeza por el incansable Boyé.
Granada y Almería quedaron retratados en sus debilidades. Los primeros, por necesitar demasiadas ocasiones para golear y ser capaces de desconectarse en un partido para encajar tres goles en cinco minutos; los segundos, por no saber guardar una importante ventaja para obtener la que hubiera sido su primera victoria liguera. El final del encuentro acentuó aún más las sensaciones de desasosiego en ambos conjuntos. El Almería rozó el cuarto en dos ataques, uno de ellos con tiro al poste de Arribas, y el Granada pudo llevarse los tres puntos en una última jugada en la que Álvaro estrelló el balón en la cepa izquierda de la meta de Maximiano. Sus carencias llevan a complicarles sobremanera la obtención de los tres puntos que otorgan las victorias.
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