Dominique apunta maneras y hace méritos con el Granada ante la lesión de Sergio Ruiz
El centrocampista del Recreativo convence por su calidad y rapidez de ejecución en su primera titularidad del verano a las órdenes de Pacheta
Dominique Moubeke está para jugar. Al menos, hasta que llegue un nuevo refuerzo al centro del campo del Granada o se recupere Sergio Ruiz de ... su lesión en el psoas. Así lo reflejó el primer fichaje del Recreativo en el Pinatar Arena, donde vivió su primera titularidad a las órdenes de Pacheta. El camerunés, de tan solo 19 años, convenció por su calidad y su rapidez a la hora de tomar decisiones y ejecutarlas ante la alta presión del rival. Una actuación meritoria con los 'mayores'.
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Destacó el joven Dominique también por su polivalencia. Si en Chiclana de la Frontera le tocó enfocarse en labores de contención para salvaguardar el resultado a causa de la inferioridad numérica del Granada por la expulsión de Obi, frente al Cata arrancó como interior, más cerca de la meta rival. Se prodigó en ataque como pegamento de los delanteros, sin llegar a probar fortuna con algún disparo.
También cumplió cuando le tocó intercambiarse la posición con Pedro Alemañ y bajar, demostrando pericia para sacar el balón jugado desde atrás a base de pisadas e inteligentes paredes con sus compañeros. Desde luego, pareciera más experimentado de lo que es en realidad. Ha caído de pie, aportando cierto alivio al técnico ante la falta de efectivos en la sala de máquinas.
La entrada de Dominique en el 'once' inicial fue la principal novedad entre los rojiblancos junto a la de Pere Haro, también suplente contra el Cádiz. El lateral catalán no brilló al nivel de su compañero, pero sí que cumplió en líneas generales para cortar el avance del contrario. Se midió en corto con Sanda por el carril zurdo, quien lo puso a prueba con alguna que otra carrera peligrosa. Entre Haro, un posible aspirante a subir al primer equipo –tan solo se cuenta con Baïla Diallo en dicho flanco– y Loïc Williams en sus coberturas, el área nazarí quedó a buen recaudo.
Cortés, inspirado
También dejó muy buenas sensaciones por la banda, aunque en la diestra, el granadino Samu Cortés. El extremo entró desde el banquillo en la segunda mitad por Pablo Sáenz, algo apagado esta vez. Todo lo contrario que el canterano, que no paró de encarar con electricidad suficiente como para plantarse dentro del área en más de una ocasión.
Se encargó de botar las jugadas a balón parado con total confianza por parte de Pacheta pese a coincidir en el campo con jugadores más veteranos. Impulsó demasiado el balón en un libre directo, pero sí que atinó en los centros laterales. Uno encontró la testa de Stoichkov, que rozó el gol. Por momentos, recuperó su versión más letal, la que le llevó a debutar en enero desde el filial. Hay mimbres.
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