Domingos Duarte, abierto a atender una oferta de renovación

Su situación contractual obliga al club a un movimiento a medio plazo. Domingos acaba contrato en 2023, por lo que en verano afrontará su última temporada de vinculación, salvo que renueve. Este escenario, el de la continuidad, parecía complicado hace unos meses, cuando su cotización crecía y crecía y llamaba la atención de otros clubes, pero ahora no se puede descartar.

Duarte responde a un perfil defensivo propio del fútbol inglés, pero su situación ha variado, sobre todo tras aquel percance en Vigo. Un choque con Maximiano que le dejó postrado durante gran parte de la campaña y que ahora ha quedado atrás, como un mal sueño. De momento sí ha recuperado protagonismo como rojiblanco, con la confianza plena de Rubén Torrecilla, pero no ha regresado a la selección portuguesa, que no le ha llamado tampoco en este parón. Ya se quedó fuera de la pasada Eurocopa.

El Granada no ha movido ficha al respecto. No tiene una propuesta de la dirección deportiva aún. Seguramente, en los despachos se estará evaluando su rendimiento antes de pronunciarse. El jugador está feliz en el equipo, pero sobre esta cuestión no ha hablado públicamente. Desde su entorno directo se deja abierto su porvenir y se espera que su mejoría prosiga. Venía de dos temporadas magníficas, en las que lo jugó prácticamente todo y disfrutó del éxito colectivo de los rojiblancos. Un central de empaque, rápido y contundente al corte, con calidad en la salida de balón y gran juego aéreo.

Este curso, el tercero en el club, parecía el de su consolidación, pero no lo empezó de la mejor manera. De hecho, se recuerda su aciaga actuación con el Rayo Vallecano en Madrid, el próximo rival del Granada. Ese día hizo aguas. Sí destacó mucho en el encuentro con el Barcelona en el Camp Nou, autor del gol inicial que, a la postre, sirvió para que los rojiblancos empataran. Pero su percance en tierras gallegas frenó todo. A la vuelta, a Robert Moreno le costó darle confianza. Tuvo mala pata en San Sebastián, donde cometió un penalti, y fue un desastre con el Cádiz en casa, con un grave error en un pase atrás al poco de arrancar el encuentro que casi le cuesta el gol al equipo y una expulsión posterior al placar a Álvaro Negredo.

La apuesta de Torrecilla por los tres centrales tuvo un beneficiado en Domingos. Al lado de Germán y Torrente afrontó el choque con el Elche. Ya no tuvo tantos fallos y repitió presencia en el once inicial en Vitoria. Con cosas que pulir, al menos el Granada ganó. Él se quitó un peso de encima. Si no pasa nada, está llamado a seguir siendo importante en la zaga. Nunca perdió la confianza en sí mismo pues tiene la cabeza bien amueblada, pero solo con minutos podía salir del trance. Lo está consiguiendo.

A partir de ahí, la cúpula de mando tendrá que ver si es el momento de extender su estancia. El club pagó por él tres millones de euros al Sporting de Portugal, que se queda un 25% de la futura venta. Su cláusula de rescisión es de 30 'kilos', pero el verano, a un año de salir, pueden arreciar las tentativas. Hoy se ve lejos ese mercado estival. De momento, no está llamando la atención. Sabiendo lo que ha dado, con el recorrido que aún le aguarda a sus 27 años, se presupone que recobrará su nivel de juego. El Granada tendrá que estar rápido al respecto si no quiere perderlo.