Disculpas por una noche tan anodina
Por intuición ·
Partido táctico, de control, típico de Diego Martínez, con su sello, de los que ajusta el desarrollo al planteamiento inicial, sin minutos de locuraVíctor M. Romero
Martes, 23 de junio 2020, 01:33
Noche insulsa y de insatisfacción. El empate en Butarque, aunque fuera justo, no dejó contento a casi nadie. Menos al Leganés, que se jugaba la ... permanencia y estaba más necesitado de los puntos. Por parte del Granada, un partido táctico, de control, típico de Diego Martínez, con su sello, de los que ajusta el desarrollo al planteamiento inicial, sin minutos de locura como el del Getafe, a favor, o frente al Betis, en detrimento de la ventaja obtenida.
La puesta en escena trajo nuevos movimientos en la titularidad. No queda más remedio. Muchas citas en poco tiempo y hombres a dosificar. Esta vez descansaron Germán, Víctor Díaz, al que repescó al final para suplir al amonestado Carlos Neva, que junto a Rui Silva es el único que ha salido desde el principio en la reanudación de la liga, y que dejó su sitio a Foulquier, que vale para roto y descosido en cualquier banda y al que ayer se le vio centrado. Esto incluyó a Vallejo, también a Azeez por Eteki mientras, arriba, la novedad fue Antoñín por Carlos Fernández. En cualquier caso, el peligro fue mínimo. Muchos pases y posesión pero escaso fútbol, excesivas interrupciones, faltas, codazos, discusiones... los nervios del Leganés eran comprensibles por su situación. En toda una mitad, lanzamiento de Machís, el más activo, que repelió Cuéllar y centro al segundo palo de los 'pepineros' que se le coló como un 'pepinazo' a Silva y toda la defensa. Pero del susto no se pasó. Tampoco en la segunda parte, en la que el equilibrio se rompió. La balanza cayó del lado local. El Leganés ya arriesgó más y dispuso de la mejor ocasión, penalti de Neva que Guerrero estrelló contra Rui Silva y posteriormente el travesaño. Diego Martínez enfrió como pudo noche tan calurosa. A última hora, retiró a Machís por Dias. El venezolano pidió perdón en ese mismo campo a los granadinos, recuerden cuando estaba cedido y les marcó un gol que les hundía hacia Segunda. Esta vez Darwin dejó detalles de calidad para temor de los hombres de Aguirre, más preocupados de no encajar que de crear. Disculpas debieron pedirlas anoche todos.
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