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Machís celebra uno de sus mejores y últimos goles como jugador del Granada, ante el Atlético. P. MARÍN
La desintegración del cometa más volátil
La temporada de Granada

La desintegración del cometa más volátil

DARWIN MACHÍS ·

Al tercer intento, el venezolano cierra otro capítulo en el club de su vida tras un ejercicio marcado por su frustrado fichaje por el Charlotte

Fran Rodríguez

Granada

Jueves, 30 de junio 2022, 00:15

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Los que lo vieron galopar por el cielo empezarán a preguntarse en unos meses cuánto tardará Granada en observar, desde uno cualquiera de sus miradores, una estrella tan efervescente y candente como aquel cometa de Tucupita llamado Darwin. Machís ha finalizado su tercera etapa en la entidad rojiblanca, sin duda, el club de su vida. El venezolano, del que queda una pobre imagen por su último curso, ha logrado salir del equipo a la tercera intentona, tras intentarlo durante el verano pasado y tenerlo hecho en invierno.

Tras el cambio de proyecto de hace poco más de un año, el venezolano pidió salir. El fin de aquel equipo histórico que paseó el granadinismo por Europa fue interpretado por Machís como su propio final en el club. Le perseguía, además, un desagradable proceso judicial abierto por participar en una agresión en un municipio granadino.

Aunque realizó la pretemporada a buen ritmo, su deseo de salir se mantuvo. El club, sabedor de que su contrato acababa en dos años, iba a estudiar las ofertas que fuesen beneficiosas. Sin embargo, la que llegó con mayor firmeza fue una mexicana cuando el mercado en España ya se había cerrado. Tuvo, por tanto, que seguir con su compromiso en entredicho.

Empezó algo descentrado y no brilló en un principio de temporada que tuvo como colofón una rotura muscular ante la Real Sociedad. No terminó de asentarse en la idea de Robert Moreno, aunque el catalán siempre vio en Machís una pieza clave, diferencial. Recuperado de su dolencia, amasó titularidades y anotó un buen gol en San Mamés. Lejos estuvo ese tanto de ser el que le hizo a Oblak en Los Cármenes, probablemente el mejor gol del año.

En invierno llegó su liberación. Una gran oferta económica del Charlotte de la MLS convenció al jugador y al Granada, que le abrió la puerta. Sin embargo, su proceso judicial abierto le impidió trabajar en Estados Unidos. Desde entonces, a pesar del gol ante el Celta, no ha dado la impresión de implicarse en la salvación. El cometa más brillante del Granada acabó desintegrado y vendido al Juárez de México.

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