El eje deseado

La presencia única de Eteki para hacer de escoba no conformaba al entrenador, que había establecido dos prioridades cuando se le preguntaba por el mercado. Una era un lateral izquierdo; llegó Köybasi, un candidato misterioso que, vista su situación, no habrá consumido demasiado margen salarial. El depósito se reservaba para Gonalons, en una negociación larga que ha estado a punto de romperse varias veces. Cuando en Italia ya daban el asunto por hecho, aún restaban flecos que pudieron mandar todo al traste.

El parón liguero frena a un equipo embalado tras lo de Cornellá, pero establece un periodo de adaptación para los nuevos. Gonalons ha tenido el don de la oportunidad, pues Eteki está lesionado y eso le abre el acceso a la titularidad si físicamente está bien. Habrá que ver su complementariedad con Montoro y si Yangel Herrera tiene algo que decir.

El Granada ha hecho sus deberes como ha podido. 23 efectivos después de gestiones que se enmarañaron tras la penalización por lo de Ramos. Siete de las doce incorporaciones (contando a Vico y Martínez) no tenía experiencia en la élite. Yangel y Machís, escasa. Soldado y los dos últimos refuerzos conforman un grupo de treintañeros que ha de aportar experiencia a un grupo con bisoñez, pero que no teme a nadie. Ese valor se insufla desde el banquillo. Hay un líder que consigue sacar lo mejor de ellos, su gran baza. Quizás Diego lo logre también con Gonalons. Necesitará la ayuda de su brillante cuerpo médico.