Desconectados

Los rojiblancos no están ya para casi nada. Lesiones, sanciones y cuarentenas han destrozado definitivamente al equipo, y de los que quedan, hay algunos incapaces de sus mejores versiones, como Germán y Gonalons, y otros, menos habituales, confirman por qué no lo son, como Marín o Nehuén, especialmente señalados, junto a los antedichos, en el partido de Vitoria. El equipo ha encajado once dianas en los últimos cuatro partidos. Lo peor ha sido la fragilidad del equipo en la contención, en evidencia en todos esos enfrentamientos, sin recomposición táctica alguna que impidiera errores de concentración no habituales en las dos temporadas anteriores bajo la batuta de Diego Martínez. El Granada se ha desconectado.

La temporada, sea cual sea su final, ha sido histórica, y el equipo ha contado con actuaciones que han hecho inmensamente felices a sus seguidores. Estos borrones del tramo final no pueden empañar la gran prestación futbolística a lo largo del curso. Simplemente el hecho de no padecer el más mínimo atisbo de peligro en la obtención de la permanencia, la misma campaña en que se participó en Europa con enorme dignidad, es un éxito incuestionable.

Pero llegados a este punto, y pensando en la consolidación del proyecto a futuro, también sería bueno analizar aquellas carencias que han traído más de cabeza al equipo. Una defensa que parece necesario fortalecer en sus puestos centrales y de bandas con jugadores de garantías, así como en la portería tras la salida de Rui. Un centro del campo, donde posiblemente se diga definitivo adiós a Yangel, y el trío de Gonalons, Montoro y Milla, ha mostrado su propensión a las lesiones, y la necesidad de contar con recambios que aseguren un nivel que ciertos componentes actuales no alcanzan. Y delante, aunque la vieja guardia ha cumplido con creces, algunas grandes apuestas han pinchado tras lesionarse. Mantener la mayor parte de la base de jugadores de calidad implicados con el equipo, fortalecerla con refuerzos de garantías, y acertar con los cedidos -como en los casos de Herrera y Kenedy esta temporada-, serán necesarios para competir con garantías la próxima campaña en Primera.