El Recreativo se inmola en casa en media hora

La mañana del domingo se le torció muy pronto al Recreativo, con el ruido de fondo de la destitución de Paco López y su reemplazo por Alexander Medina. Apenas habían pasado dos minutos cuando, en un ataque relámpago, Miguelete superó a la defensa del filial y cruzó el balón a la perfección ante la salida de Adri López. Obtenida una ventaja que valía su peso en oro, el Atlético Baleares se replegó sin complejos y los rojiblancos pasaron a dominarles en su campo pero bajo una posesión estéril. Apenas una falta directa de Pablo Sáenz desde la frontal, rasa y por debajo de la barrera, inquietó al portero Ramón.

No obstante, y por esa ley de Murphy que parece afectar a todo el club desde sus tres ascensos de la temporada pasada, todo empeoró cuando a la media hora se le escapó a Adri López un balón procedente de un saque de banda en su área pequeña ante el acoso de David Rodríguez, que aprovechó su pifia para marcar sin oposición mientras el portero esperaba a que el árbitro señalase la falta. Bien protegidos los visitantes, e inane Griger, todo el peligro del Recreativo seguía llegando a través de disparos desde la frontal del área. Uno de Rodelas forzó una fantástica intervención de Ramón y otro de Clavijo salió lamiendo un poste.

Milla reaccionó al descanso con dos cambios. El entrenador retiró a Ibarrondo y Masllorens y dio entrada a Julito y Eghosa, altísimo goleador africano del Granada C en Tercera Andaluza a quien Matteo Tognozzi, aplaudió por su maniobra en un gol al primer equipo durante un partidillo dos semanas atrás. El filial pasó a desenvolverse con tres centrales, al introducirse Osei en la zaga y asumir Pablo Sáenz y Rodelas ambas bandas al completo. Un testarazo desviado de Griger a envío de Sáenz, a pie cambiado en la derecha, supuso un primer aviso nada más volver de vestuarios. Otro de Van Rijn en un saque de esquina, no mejor orientado, el siguiente.

De nuevo por alto, un fantástico centro de Rodelas desde la izquierda tras superar a su paro pasó cerca del flequillo de Griger, impotente otra vez. La jugada siguió y Julito mandó altísimo un lanzamiento desde la frontal. Milla introdujo otros dos cambios, con Diego López y Mortimer por Osei y Griger, pero el acoso y derribo del filial siguió improductivo. También lo intentó de lejos Mortimer. Más cerca pasó un disparo de Pablo Sáenz, que buscaba permanentemente girarse hacia su izquierda para chutar, tras desembarazarse de dos contrarios.

Aun así, los minutos corrían y Ramón solo tuvo que fajarse en dos ocasiones de Julito ya en los últimos minutos, al detener un flojo remate primero y repeler con los pies una fantástica ocasión de este ya en el añadido. Entre medias, Pablo Sáenz dio el susto entre estremecedores gritos de dolor al hacer un gesto extraño tras lanzarse para cortar el centro de un rival. Aunque pareció dañarse tanto una de sus rodillas como la parte baja de la espalda, continuó sin mayor problema sobre el terreno de juego. Desde ahí lamentó una derrota más.