Un Granada letal aparece en Elda
Los rojiblancos enlazan dos victorias consecutivas tras un partido de contundencia en el área, pero con muchas opciones de gol para los locales, en el que marcan Stoichkov, Tsitaishvili y Brau
Stoichkov sacó el primer conejo de su chistera para abrir el marcador de una victoria que completaron Tsitaishvili y Brau con unos contragolpes fulminantes. Pese ... al resultado, no lo pasó bien el Granada en el Pepico Amat. El Eldense tuvo opciones de sobra para haberse adelantado o recortado diferencias en sus momentos de desventaja, pero a los locales se les bajó la persiana ante Luca Zidane. Arriba, los rojiblancos fueron letales, contundentes, aunque bien hará Fran Escribá en trabajar mejor el sistema de ayudas en la retaguardia porque un adversario con más tino habría cuestionado el signo final. Ahora, cuenta con armas de todo tipo en su arsenal.
La crisis con la que arrancó enero, íntimamente relacionada con el lío de Uzuni, se puede dar por concluida. No significa que este Granada sea un equipo redondo ni que ya esté en una situación clasificatoria idílica ni mucho menos, pero el grupo sabe a qué agarrarse. Si Luca no saca balones de su red, los tantos a favor llegan, por activa o por pasiva.
Eldense
Dani; Fran Gámez, Barzic, Íñigo Piña, Marc Mateu (Fede Vico, m. 84); Sergio Ortuño, Diego Méndez (Camarasa, m. 73), Víctor García, Javi Llabrés (Simo, m. 73); Diego Collado (Juanto Ortuño, m. 63); y Masca (Ropero, m. 84).
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Granada
Luca Zidane; Rubén Sánchez, Manu Lama, Loïc Williams, Brau; Hongla (Manu Trigueros, m. 92), Sergio Ruiz (Ricard Sánchez, m. 71), Tsitaishvili, Rebbach (Gonzalo Villar, m. 71); Stoichkov (Weissman, m. 84) y Lucas Boyé (Miguel Rubio, m. 92).
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GOLES: 0-1, m. 42: Stoichkov; 0-2, m. 62: Tsitaishvili; 0-3, m. 90: Brau.
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ÁRBITRO: Lax Franco (comité murciano). Amonestó al local Marc Mateu (m. 35); y a los visitantes Sergio Ruiz (m 51), Tsitaishvili (m. 72) y Brau (m. 94).
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INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 25 de LaLiga Hypermotion, disputado en el estadio Nuevo Pepico Amat ante 4.294 espectadores.
La alineación aclamada entre el granadinismo, con Manu Lama y Stoichkov, salió a escena con una modorra descomunal, como si el equipo hubiera ido a hibernar a Elda como un oso. El conjunto azulgrana parecía el Barça con una serie de apariciones con mucha pirotecnia, aunque sin explosión letal. Primero erró Luca en un intento de blocaje aéreo cuando el balón pedía un puñetazo y no anotaron los anfitriones de milagro. Luego, Hongla regaló un balón en la frontal con el que Víctor García no supo chutar a meta. Después, el larguero tembló ante un chut de Llabrés tras aprovechar los locales una subida de Rubén que dejó desguarnecido su costado.
Era un Eldense intenso y punzante, pero en el rictus de Oltra no se despejaba la preocupación del que ha visto muchas veces la misma película; llegar y llegar, perdonar y perdonar, hasta que el enemigo despierta y arrasa. Aún duró un rato más el dominio de los alicantinos, como en una subida por el lado de Brau. Estaban los laterales muy altos y cualquier desajuste provocaba duelos atrás.
Masca exigió lo mejor de Luca Zidane bajo palos a la salida de un córner, la guinda a 20 minutos magníficos del Eldense. Los alteró el propio Brau arriba tras un grave error de Diego Méndez, quien dejó avanzar al cartagenero para que este chutara y Dani sacara el esférico.
Los jugadores de ataque del Granada apenas se lucían hasta ese momento. Stoichkov se encontró en una posición franca, pero en fuera de juego, e incluso así la mandó al muñeco. Parecía algo distraído, todo lo contrario que el punta de la otra escuadra, Masca. Fintó a Loïc en una llegada que volvió a desbaratar Luca Zidane.
Cubierta la primera media hora, el Granada se serenó. Sergio Ruiz intervino con más frecuencia y hasta tuvo un cabeceo en una llegada, pero sobre todo los rojiblancos se acompasaron mejor con su circulación de pelota. El Eldense dio unos pasos atrás, menos enérgico, y Rebbach sacó algunos trucos de la manga con los que engatusar a los rivales. En uno de ellos, amagó con el tiro o el centro, pero al final se la dejó de tacón a Stoichkov, en el balcón exacto donde ha hecho carrera. Levantó la mirada, ajustó la mirilla y colocó un torpedo en la escuadra del Eldense para abrir su cuenta como nazarí. Los locales le dejaron respirar y el sanrroqueño expiró un gol de bandera.
El Granada reanudó después del descanso con la misma conexión. Sergio Ruiz lo intentó desde fuera del área. Tsitaishvili calcó su diagonal patentada, pero una vez más se le alejó un poco el chut de la portería debido a un rebote.
A Rebbach lo descosieron a patadas, pero lo único que hicieron fue multiplicar sus ganas. Boyé le dio el apoyo para correr al espacio en una gran acción por la izquierda. Generoso, el argelino buscó de nuevo a Stoichkov, al que un zaguero evitó que conectara con la espuela. Pero al avance se había sumado Tsitaishvili, que por fin calmó su sequía con un trallazo que entró a la red aun rozando en un central.
Con 0-2, Oltra quitó al granadino Diego Collado para meter a Juanto Ortuño en busca de dinamizar a su delantera, con el filo romo en la segunda mitad. El Eldense concedió metros al Granada y los rojiblancos pusieron a esprintar a sus velocistas, como una estampida felina. Sí faltaba algo de concentración en las acciones paradas defensivas a los nazaríes, vulnerables en las marcas, el hilo al que se agarraban los del Pepico Amat.
Desfondado, Rebbach dejó su sitio a Ricard, que se fue a la derecha como extremo, lo que envío a la izquierda a Tsitaishvili. Villar salió por Sergio Ruiz, amonestado previamente. Detalles evidentes con los que congelar los acontecimientos.
El árbitro dejó que Boyé se convirtiera en un saco de boxeo entre forcejeos rivales. El Eldense, mientras, mantenía el orgullo y continuó su búsqueda. Juanto Ortuño tuvo un remate al poste en los morros de Manu Lama, una advertencia de que el encuentro todavía no estaba resuelto.
Ricard estuvo a un tris de completar la victoria, pero ni pudo empalmar bien un pase templado de Stoichkov ni tampoco lo logró celebrar el propio gaditano después, que buscó el penalti sin éxito. Fueron los últimos servicios del rubio de bote, que entregó el ariete a Weissman.
Nunca se despejó del todo la sensación de que el Eldense podía cantar algún bingo, pero la vela se le consumió sin festejar ni una línea. Tres palos tuvo y nada. Con un delantero con puntería, Oltra podría soñar con salir de la quema. El Granada tiene uno que, todavía sin el ritmo óptimo, es capaz de abrir las aguas. Con Stoichkov, el recuerdo de Uzuni se disipa.
Para redondear todo, Ricard se asomó por el perfil para que Brau arramblara con un buen cruce hacia la red. Hasta Weissman casi marca en el alargue ante un Eldense que no entendía cómo haciendo tanto se iba con una tunda. Este Granada perdió a su pichichi pero le sobra pólvora.
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