La crónica

Un despiste cuesta el empate al Granada en inferioridad

Con respecto a la derrota con el Orlando Pirates, Pacheta volvió a reunir a Manu Lama y Loïc Williams como teóricos centrales titulares de inicio en esta ocasión y renunció a la figura del mediapunta por un 4-1-4-1 con Trigueros y Alemañ por delante de Obi como pivote, con Pablo Sáenz por banda derecha y Souleymane Faye por a la izquierda esta vez y Lucas Boyé como referencia. Se quedó sin convocar de nuevo José Arnáiz, inmerso en su particular puesta a punto, sumando su ausencia a las de Sergio Ruiz y Pau Casadesús; sí ingresó Shon Weissman, en detrimento del recreativista Agustín Juárez y con el centrocampista Dominique Moubeke y el central Seydou Fall como nuevos refuerzos desde el filial. Trigueros ejerció la capitanía por delante de Boyé, como siete días atrás.

El Granada dominó con balón durante los primeros minutos pese al pésimo estado del césped de Chiclana, que poco a poco fue fomentando los envíos directos de un lado a otro. A los diez minutos, Oscar tuvo que lanzarse a ras de césped para cortar un pase raso al corazón del área del extremo De la Rosa tras ganar la línea de fondo al contragolpe. Tanto él como Loïc Williams, Obi o Diallo se emplearon con dureza cuando debieron hacerlo, aun llevándose por delante a sus propios compañeros incluso.

No le salió tan bien a Fali, que se llevó una primera tarjeta amarilla al cuarto de hora por trabar a Faye en una prometedora carrera. Sáenz botó esa misma falta y, tras un par de rebotes, Boyé pinchó el balón cuando Oscar armaba ya la pierna y lo llevó al fondo de las redes tras girar y chutar con la pierna izquierda, aprovechándose de un desvío afortunado sobre la espalda del propio Fali. De la Rosa estuvo a punto de responder tras dejar atrás a Oscar sobre la frontal del área, pero Luca sacó una buena mano.

Lejos de recular tras el gol de Boyé, el Granada procuró dominar el partido desde la posesión pese a los arreones del Cádiz. Estuvo muy participativo Obi a modo de ancla entre los centrales, más entonado pese al error posterior, así como Faye, con interesantes aventuras a pie cambiado; más dubitativo anduvo Alemañ. También resultó destacable la activación de los rojiblancos sin la pelota, anticipándose en muchos pases entre líneas y duelos aunque los amarillos fuesen ganando terreno, defendiendo bien incluso a balón parado.

A diferencia del primer amistoso, con el Orlando Pirates, no hubo revolución alguna tras el descanso más allá de la sustitución de Luca con Ander Astralaga. El partido, sin embargo, se puso cuesta arriba nada más reanudarse el juego al autoexpulsarse Obi por dos tarjetas amarillas consecutivas, la segunda de ellas por un agarrón tras una patada previa; pecado de juventud para enfado de Pacheta no con él sino con el árbitro por su severidad. Aun así, Loïc Williams perdonó el segundo solo al segundo palo tras un buen centro de Alemañ. A esa ocasión le siguió una buena parada de Astralaga, que se hizo gigante ante Álvaro García Pascual, que más tarde cabecearía fuera tras un saque de esquina.

El Granada sí refrescó su alineación a la hora, en dos tandas y con Trigueros como única excepción. Ese segundo 'once' tuvo a Martin Hongla como central diestro, con Pablo Insua a la izquierda, hasta que el zaguero también recreativista Seydou Fall reemplazó al veterano capitán para paso adelante del camerunés, de nuevo con el brazalete. A este último lo burló con facilidad Obeng nada más entrar para asistir a Roger Martí, que desperdició su acción al definir.

Sin balón apenas pero con mucho orden, el Granada protegió su ventaja con un futbolista menos pero un despiste le costó el empate casi al final. Astralaga firmó otro paradón a remate de Denia a falta ya de diez minutos, pero un saque de esquina rapidísimo del Cádiz dio con Roger al segundo palo sin errar en esa ocasión. No habría ya tiempo más que para un calentón de Rodelas con David García. El segundo amistoso de la pretemporada, aun sin derrota esta vez, deja otra enseñanza a los rojiblancos.