La crispación en la grada del Granada enrarece el debut en casa
La afición vuelve a desesperarse ante otro mal partido de los suyos y canta contra la directiva en mitad de la fiesta deportivista
La crispación volvió a hacer acto de presencia en Los Cármenes. El mal partido de los rojiblancos, superados de cabo a rabo por el Deportivo ... de La Coruña en el tramo final, despertó los cánticos contra la directiva en un debut liguero completamente enrarecido, justo como el del curso pasado.
El granadinismo afrontó la jornada inaugural con ganas de darle la vuelta a la tortilla. Pese a la desilusionante pretemporada, la afición volvió a responder en la campaña de abonos con unas nuevas altas cargadas de esperanza. Así lo refrendaron las destacadas colas en las taquillas del estadio a dos horas del pitido inicial para recoger el carné.
Ese deseo por engancharse desde el principio se comprobó de primera mano durante el recibimiento al equipo, con cánticos, palmas y el habitual golpeo contra el autobús. No faltó la grada de animación, que lució una pancarta con mensaje en pro de la dimisión de la directiva. No sería el único, pues durante el encuentro se repitieron desde ciertos sectores del graderío.
Con la rojiblanca horizontal y la pulsera de Unionistas, Pedro De la Iglesia se presentó como un nazarí más recién llegado desde su Salamanca natal. «Empecé a seguir el equipo por mi vínculo con la provincia, ya que mi familia veranea en Calahonda. Lo que más me gusta del Granada es su gente y su sentimiento de pertenencia. Mis amigos de Salamanca no lo entienden, pero es que es una sensación imposible de describir si no la vives. Ellos siguen al Real Madrid por la televisión. Yo prefiero poder venir al estadio de vez en cuando», explicó el hincha a IDEAL.
La previa también tuvo color blanquizal. Más de 600 deportistas se dieron cita en la capital, liberados por la peña 'Al Sur de Riazor', su mejor anfitrión con granadinos incluidos. «El 'Súper Dépor' nos marcó a muchos. Siempre que el equipo se desplaza al sur, lo acompañamos», avanzó Antonio Rojas, su presidente, a este diario.
Durante el partido, la afición arrancó metida de lleno, pero se fue desinflando conforme cayeron los goles visitantes. El equipo trató de reaccionar y el público lo agradeció, pero la conclusión retomó su cruzada contra la cúpula de mando. Llueve sobre mojado, pero el sol brilló en Coruña.
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