Ni Hongla ni tres atrás
El paso del camerunés al centro del campo desde la zaga de tres hombres precede el arreón con el que el Granada consigue su segunda ventaja sobre el Málaga pero el empate definitivo tras fallar Weissman un penalti acaba con Guille Abascal
Como delantero centro vino a terminar Martin Hongla el derbi con el Málaga para tratar de salvar a Guille Abascal, quien le convenció para quedarse ... en verano, sin que finalmente pudiera bastarle para que el entrenador sevillano siga al frente del equipo tras fallar Shon Weissman, otro protegido suyo, un penalti durante el descuento. Aunque comenzase atrás por disciplina táctica del técnico sevillano, el camerunés fue tirando para adelante con el paso de los minutos hasta instalarse en la medular y guiar a los suyos hacia una segunda ventaja que tampoco duró demasiado con los vecinos. Cuarto partido sin ganar en casa y todo se tambalea.
El dibujo táctico facilitado por el Granada a LaLiga antes del comienzo pintó a Hongla como central por la derecha en una zaga de tres hombres y Abascal no engañó a nadie. El camerunés acompañó a Miguel Rubio y Loïc Williams como encargado de sacar el balón desde atrás, algo que consiguió durante los primeros minutos conectando incluso con Giorgi Tsitaishvili para provocar el primer saque de esquina rojiblanco en el derbi, pero no tardaron en verse las costuras del equipo.
Hongla intentaba liderar desde atrás a los suyos, dirigiendo con las manos incluso como la prolongación de Abascal sobre el terreno de juego, empleándose con contundencia también cuando le tocaba salir de su zona como en una patada sobre Aarón Ochoa que el árbitro pasó inadvertida. Con todo, el camerunés no dejaba de ser una caja de bombas atrás con alguna cesión arriesgada para Marc Martínez y conducciones hacia adelante que le salían bien de milagro. El nerviosismo creciente en el ambiente con el paso de los minutos, sin embargo, fue reflejándose en una serie de imprecisiones con la pelota para desesperación del propio Hongla más que de nadie mientras Antoñito Cordero le iba amenazando con cada vez más frecuencia.
Castigado el errático Manu Trigueros al descanso para que entrase Gonzalo Villar, Abascal pareció tratar de jugar al despiste tras la pausa al sacar Hongla de centro para luego reubicarse como central tras campar libre por la medular durante esos primeros segundos de la reanudación. Fue precisamente una intervención del camerunés la que impidió que Yanis Rahmani adelantase al Málaga nada más empezar el segundo acto, sin que el Granada pareciera mejorar. Con todo, Hongla comandó una secuencia que Ricard estuvo cerca de concluir en gol tras un envío de Tsitaishvili y de esa conexión, con otro intento del lateral, vino el tanto de Carlos Neva.
Apenas habían pasado cuatro minutos, aún menos que tras las ventajas contra Elche, Albacete o Deportivo, cuando una pérdida de Loïc Williams terminó en el empate de Antoñito Cordero. Nada pudo hacer Hongla, cuyo costado atacó el extremo malaguista. Y a punto estuvo de hacer el segundo acto seguido, de hecho. El Granada trató de reponerse con un contragolpe que volvió a comandar el propio Hongla, sin que su centro raso al área encontrase a Tsitaishvili al anticiparse Alfonso Herrero.
Hongla fue quedándose poco a poco por el centro a base de bravuconadas hacia arriba mientras el Granada iba inclinando el campo por pura necesidad no sin temblar atrás. Lo hizo dejando a Sergio Ruiz como pivote y echándose a su derecha, profundizando por ahí por momentos como si fuera por libre. Esa modificación en el sistema precedió el afortunado gol de Myrto Uzuni. Poco más duraría esa otra ventaja, sin embargo, para volver a ponerlo todo patas arriba con el fallo de Weissman desde el punto fatídico como puntilla.
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