A Uzuni le falla la mira
El albanés recupera la titularidad tras superar los problemas físicos que lo sentaron en Ferrol, pero vuelve a terminar frustrado tras perdonar dos ocasiones de gol en los diez primeros minutos que habrían dado ventaja a su equipo
Volver a Segunda división está siendo aún más duro de lo que se pensaba tanto para el Granada en general como para Myrto Uzuni en ... concreto. El pichichi de la categoría dos temporadas atrás permanece inédito de cara a gol y su equipo le echa de menos, con una segunda derrota consecutiva en Los Cármenes pese a sacar adelante la visita a Ferrol seis días atrás. Recuperado de las molestias que le dejaron en el banquillo de inicio entonces, Uzuni recuperó la titularidad pero no termina de afinar la mira por más que corra y corra y corra como Forrest Gump.
A nadie sorprendió que Uzuni sentara a Weissman contra el Huesca, quizás sí que Gonzalo Villar hiciera lo propio con Sergio Ruiz, por muy buenos minutos que tuviera como revulsivo en Ferrol. Lo cierto es que, a diferencia del israelí, el albanés dio sentido al 4-4-2 asimétrico de Guille Abascal orientándolo hacia el 4-3-3 al acostarse mucho más en banda izquierda de lo que lo venían haciendo sus otros compañeros. El juego del Granada fluía y las llegadas iban acumulándose, pero a los rojiblancos les volvía a fallar lo que más importa en este juego.
Uzuni, acelerado desde el primer saque de banda a favor de su equipo como acostumbra en su eterna reválida contra el mundo, gozó de dos oportunidades en los diez primeros minutos que ya fueron colmando su paciencia. En ambas le fallaron las fuerzas al armar la pierna, asistido por Hongla y Tsitaishvili, con más excusa en la segunda al venir de una larga carrera en diagonal tras desmarcarse al espacio que en la primera, al chutar al muñeco dentro del área. Supersticioso o no, el albanés aprovechó la pausa de hidratación en el partido para cambiarse las botas, de las rosas a las blancas, sin mejor suerte con el disparo que intentó desde la frontal justo antes del descanso.
Villar, mientras tanto, también trataba de tomarle la temperatura al encuentro a su manera. Tardó seis minutos en tocar bola, hasta que no se acercó a Hongla, y lo primero que hizo fue buscar a Trigueros. Buscaron la misma asociación que en Ferrol también con asistencia para Boyé, pero en esta ocasión ni tan siquiera hubo opción de disparo para el argentino al cerrarle la defensa del Huesca. El murciano fue gustándose, creciendo poco a poco y forzado incluso una tarjeta amarilla con una de sus imponentes conducciones entre líneas, tratando de verticalizar sus acciones al modo del maestro que ahora tiene al lado. Incluso armó un disparo y brindó un buen centro a Boyé, cuyo remate fue cantado como gol por parte de Los Cármenes por un efecto óptico, pero Abascal decidió sacrificarle al descanso para redoblar la apuesta con Weissman tras el primer gol oscense.
La vuelta de Myrto Uzuni a la banda izquierda tras el intermedio retrotrajo al albanés a los tiempos en los que estuvo llamado a ser el sustituto natural de Darwin Machís, pero Abascal cambió rápido de idea. No había tenido tiempo ni de participar apenas cuando el Granada se encontró con el segundo gol del Huesca, y también vio de lejos el tanto de Hongla. Trigueros pasó definitivamente en el centro, donde le corresponde, y Uzuni volvió al área con el ingreso de Pablo Sáenz por Boyé tras otro duelo inocuo suyo. Sin embargo, la pelota pareció seguir huyendo del nuevo '10' rojiblanco.
Los últimos minutos dejaron el experimento de Rubén Sánchez como extremo izquierdo, tan acostumbrado a jugar por la derecha que por el otro lado parecía que cuando echaba a correr lo haría hacia atrás, aportó su empuje pero poco o nada con balón. Fue Luca Zidane desde su propio campo quien más cerca estuvo de encontrar a Uzuni en la recta final, pero el albanés y su equipo volvieron a terminar frustrados.
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