La continuidad saca a relucir al mejor Rui Silva

De sus buenos reflejos y su más que correcta colocación ya tenían noticias en la selección portuguesa, donde llegó a ser internacional sub 21, pero la afición del Granada apenas había visto en acción a un portero que fue una de las grandes apuestas de futuro del ya ex director deportivo rojiblanco Javier Torralbo 'Piru'. Rui Silva creció como portero en las filas del Nacional de Madeira y en sus dos primeras campañas como profesional solo jugó dos partidos oficiales. En la tercera, la 2014/15, su situación cambió a mejor. Alternó la portería con el brasileño Gottardi y aunque el meta carioca acabó la liga como titular, Rui jugó nueve partidos en los que encajó diez goles.

La que hasta ahora había sido su mejor temporada la inició en el banquillo, pero en la cuarta jornada se hizo con la titularidad y después apenas la soltó. Recibió 18 goles en sus 12 primeros partidos, pero hay que tener en cuenta que el todopoderoso Benfica destrozó a su equipo en la decimoséptima jornada (victoria por 1-4 del equipo lisboeta). Al final de aquel curso Rui Silva encajó 36 goles en sus 22 partidos en la máxima categoría portuguesa. Sus números siguieron siendo positivos teniendo en cuenta que su club habitaba en la zona media-baja de la tabla (recibió 28 goles en los primeros 18 partidos de la Liga 16/17) y el Granada lo contrató en la última semana de enero de 2017, no pudiéndole hacer sombra a 'Memo' Ochoa.

La pasada campaña compitió con otro portero experimentado, Javi Varas. Rui Silva no pudo evitar el naufragio copero de su equipo en Zaragoza (derrota por 3-0) y en liga solo fue utilizado por Pedro Morilla y Miguel Ángel Portugal en los dos últimos partidos del equipo, en los que ya apenas había nada en juego.

Esta temporada ha sido diferente. Se disputa el puesto con otra joven promesa como Aarón y de momento sus buenas actuaciones y sus buenos números (8 goles encajados en 12 partidos) han eliminado la controversia en la portería. Rui Silva ha hecho de la paciencia una virtud y, tras dos años en los que casi siempre miró los partidos desde el banquillo, está completando la mejor temporada de su aún corta carrera.